Bolivia enfrenta crisis energética por escasez de combustible y gas
Expertos advierten que el país tendrá que importar gas a precios internacionales antes de 2029. La falta de producción interna y la caída de reservas afectan a la economía y la vida cotidiana. Santa Cruz ya registra pérdidas de 200 millones en regalías.
«La fiebre holandesa llegó a Bolivia»
Cuatro expertos coinciden en que el país no puede cubrir su demanda de energía. Daniela Durán, abogada especializada, señala que «la falta de planificación y la inseguridad jurídica han llevado a esta crisis». Actualmente, Bolivia importa 50.000 de los 70.000 barriles diarios de combustible que consume.
Impacto en el bolsillo ciudadano
Eduardo Ibáñez, director de Energía de la Gobernación cruceña, alerta que el gas natural podría quintuplicar su precio al pasar de 1,3 a 6 dólares por millar de pies cúbicos. Esto afectaría a termoeléctricas, industrias y hogares. Santa Cruz pierde 200 millones en regalías por la caída productiva.
Declive sin freno
El exministro Álvaro Ríos revela que la producción de gas cayó de 62 a 22 millones de metros cúbicos. Fernando Rodríguez, exfuncionario de YPFB, añade que «2,6 trillones de pies cúbicos de reservas no podrán recuperarse a tiempo». Ambos atribuyen el problema a la falta de exploración y subsidios mal gestionados.
De la autosuficiencia al desabastecimiento
Bolivia fue exportador neto de gas hasta 2020, pero la falta de inversión en exploración y la dependencia de subsidios agotaron las reservas. La CEPAL ya había alertado sobre riesgos en seguridad energética, mientras el FMI vinculó la crisis al alza global de precios.
Un futuro energético incierto
Sin medidas urgentes, los ciudadanos enfrentarán mayores costos en transporte, electricidad y gas doméstico. La importación de hidrocarburos tensionará las finanzas públicas, ya afectadas por la caída de regalías. El nuevo gobierno deberá decidir entre reformar el modelo o profundizar la crisis.