China domina el mercado global de coches eléctricos con seis de las diez marcas más vendidas
BYD lidera el ranking con un 22,2% de cuota, mientras Tesla es la única occidental entre las dos primeras. Los datos de 2024 reflejan el avance imparable de las marcas chinas, que copan el 58,1% de las ventas mundiales. Europa, con BMW, Volkswagen y Mercedes, apenas suma un 8%.
«El gigante asiático se consolida como potencia eléctrica»
Según EV Volumes, en 2024 se vendieron 17,29 millones de vehículos electrificados (eléctricos e híbridos enchufables), con un 62,5% de cuota para los primeros. BYD encabeza la lista con un 22,2% del mercado global, seguida de Tesla (10,3%). «Las europeas son testimoniales», destaca el análisis, ya que las tres principales alemanas juntas no superan el 8%.
El dominio chino: claves
China concentra el 58,1% de las ventas de eléctricos y el 70,1% de híbridos enchufables. El país controla el 80% de la producción de baterías de litio y ofrece incentivos estatales, infraestructuras y precios competitivos. BYD, con un 31,4% de cuota en su mercado local, ya supera a Tesla (5,9%) allí.
La expansión hacia Europa
Las marcas chinas apuntan a Europa como próximo objetivo. BYD planea fabricar en Hungría y Turquía para que el 50% de sus ventas sean fuera de Asia. Otras como Omoda, Jaecoo o MG también avanzan en el continente.
Tesla resiste, pero con modelos concretos
El Model Y y Model 3 de Tesla son los dos eléctricos puros más vendidos globalmente en 2024. Sin embargo, del tercer al décimo puesto los ocupan marcas chinas, incluido el Xiaomi SU7, sexto en el ranking.
Un mercado que ya tenía dueño
China partía con ventaja: su gobierno impulsó desde 2010 la electrificación con subsidios, inversión en infraestructura y control de la cadena de suministro. Europa y EE.UU., con cuotas del 9,5% y 1,6% respectivamente, no han logrado igualar su escala.
El futuro se escribe en mandarín
Los datos confirman que China ha redefinido el mercado automotriz. Su combinación de tecnología, precios y apoyo estatal deja poco margen a las tradicionales potencias. La batalla ahora se libra en Europa, donde las marcas asiáticas buscan consolidarse.