CEO de Ford califica avance chino en coches eléctricos como «lo más humillante»
Jim Farley, director de Ford, reconoce la superioridad tecnológica y de costes de los fabricantes chinos. Tras meses estudiando sus vehículos, advierte que la industria occidental debe adaptarse o enfrentar su declive.
«Una amenaza existencial»
Farley, quien condujo durante seis meses un Xiaomi SU7 en Chicago y viajó repetidamente a China, describió la industria automotriz china como «lo más humillante que he visto». Destacó su ventaja en conectividad, IA y precios, gracias al control vertical de la cadena de producción.
La brecha tecnológica
Los coches chinos integran sistemas como reconocimiento facial, pagos automáticos y sincronización con dispositivos Huawei o Xiaomi. Farley criticó a Apple y Google por no priorizar este sector: «Sus costes y calidad no igualan a los chinos».
Baterías y renovables
China lidera con baterías LFP (litio-ferrofosfato), más baratas y seguras. Farley señaló que, como Tesla, Ford podría usarlas para almacenar energía renovable: «Es nuestra forma de diversificar, como en la Segunda Guerra Mundial».
De la admiración a la urgencia
Farley elogió modelos como el BYD Seagull («jodidamente bueno») y advirtió: «Si perdemos esta carrera, Ford no tendrá futuro». Su vicepresidente, John Lawler, admitió que China ahora «marca la pauta», rompiendo el espejo de Occidente.
Cuando el alumno supera al maestro
Hace décadas, China imitaba a los fabricantes occidentales. Hoy, controlan el 70% de la producción global de vehículos eléctricos y reducen costes con innovación vertical, desde el diseño hasta las baterías.
Una carrera contra el reloj
El reto para Ford y otras marcas occidentales es igualar la velocidad de innovación china sin sacrificar accesibilidad. Las declaraciones de Farley reflejan una industria en alerta, donde la motorización ya no define el valor de un coche.