Masonería boliviana reúne a líderes internacionales en Santa Cruz
8.000 miembros activos tiene la organización en Bolivia. El Supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo celebró un encuentro con representantes de 10 países. Juan Carlos Vilaseca, máxima autoridad local, aclara el carácter apolítico y filosófico de la institución.
«Perfeccionar al hombre, no hacer política»
Juan Carlos Vilaseca, Soberano Gran Comendador del Grado 33°, lideró el Convento Masónico en Santa Cruz con pares de EEUU, Brasil, Perú y otros siete países. «Nuestro objetivo es elevar la conciencia mediante símbolos y estudio», explicó. La reunión buscó garantizar el funcionamiento de los consejos nacionales.
Principios y estructura
La masonería boliviana tiene 1.000 miembros en el Escocismo (grados superiores), que acceden por invitación. Vilaseca enfatizó que «es una institución discreta, no secreta», basada en tolerancia, fraternidad y libre albedrío. Prohíbe debates políticos o religiosos en sus espacios.
Acción social y legado histórico
Aunque realizan actividades benéficas como comedores, su foco es «el crecimiento espiritual». Destacó que próceres como Bolívar o Sucre fueron masones, pero aclaró: «Hoy somos especulativos, no operativos». Rechazó que sean un grupo de poder.
De símbolos y conciencia
La organización, con raíces medievales, usa símbolos esotéricos que los miembros interpretan según su evolución. «El libre albedrío exige actuar con conciencia», señaló Vilaseca. Las mujeres tienen logias propias, aunque no mixtas.
Fraternidad sin fronteras
El evento en Santa Cruz reflejó la red global de la masonería, presente en casi todo el mundo. Su lema (libertad, igualdad, fraternidad) proviene de la Revolución Francesa, pero insisten en su neutralidad ideológica actual.
Una filosofía que perdura
El encuentro reforzó el rol de la masonería como espacio de reflexión ética. Su influencia en Bolivia sigue siendo simbólica, vinculada a figuras históricas más que a acciones contemporáneas.