Quiero tomarme la libertad de teorizar un resumen de los procesos de liberación por los que considero que ha pasado nuestro país. La intención de esta teoría tiene por finalidad demostrar que estamos encaminados a un nuevo proceso de liberación, esta vez del yugo del narcosocialismo.
Debe quedar claro que mi teoría es absolutamente personal y solo está sustentada en mi derecho a opinar libremente.
Por supuesto que el primer proceso de liberación se da en 1825 cuando Bolivia se independiza y se liberó de la colonia española, tras siglos de dominio colonial español, fue un proceso que se extendió durante más de 15 años, desde 1809 hasta 1825 e implicó numerosas batallas y un sinfín de muertes.
La lucha por la independencia comenzó a nivel local y más tarde, Simón Bolívar y Antonio José de Sucre le dieron cohesión a una causa, que había estado fragmentada y desorganizada. En última instancia, el nuevo e independiente país, Bolivia, recibió su nombre de Simón Bolívar, el líder militar y político que cambió el curso colonial de América del Sur. [1]
En mi criterio, el segundo proceso se da con la Revolución de abril de 1952 que transformó al país desde lo más profundo: dejó atrás el coloniaje y el feudalismo para encaminarse hacia una nación democrática.
También es importante mencionar que forman parte de este periodo la reforma agraria, la nacionalización de los recursos naturales y la ampliación del voto a mujeres y campesinos. Sin embargo, uno de los cambios más profundos fue la universalización de la educación, que abrió las puertas de la alfabetización a millones de bolivianos hasta entonces excluidos del sistema educativo. [2]
El tercero se refiere a la recuperación de la democracia en 1982, tomando en cuenta que el periodo entre 1964 y 1982 en Bolivia es una época de inestabilidad bajo varias dictaduras militares. El 4 de noviembre de 1964, el poder pasó del líder electo de la Revolución Nacional Boliviana, Víctor Paz Estenssoro, a una junta militar bajo el mando del general René Barrientos.[3]
Finalmente, luego de más de 15 años de gobiernos de dictadura militar, el 10 de octubre de 1982, el país recuperó la democracia con la instauración de un gobierno constitucional presidido por Hernán Siles Suazo.
Desde entonces, Bolivia ha conocido varias sucesiones presidenciales en las formas constitucionales, tomando en cuenta, claro está, los gobiernos transitorios cuando en 2005 renuncia Carlos Mesa a la presidencia (quien ocupó la Presidencia tras la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada en 2003), tomando posesión de la presidencia de manera transitoria Eduardo Rodríguez Veltze (entonces Presidente de la Corte Suprema de Justicia) y en 2019 ante la renuncia de Evo Morales Ayma asume la presidencia transitoria Jeanine Añez (Segunda Vicepresidenta de la Cámara de Senadores).
La Crisis política y social en Bolivia (2000-2005)
Es importante mencionar la crisis social y política que vivió Bolivia entre 2000 y 2005 cuando el país enfrentó movilizaciones sociales como la Guerra del Agua (Cochabamba, 2000) y la Guerra del Gas (El Alto y La Paz, 2003), que derivaron en la caída de presidentes como Gonzalo Sánchez de Lozada (2003) y Carlos Mesa (2005).
La guerra del agua se conoce a una serie de protestas que tuvieron lugar en la ciudad de Cochabamba entre enero y abril de 2000. Su detonante fue la privatización del abastecimiento de agua potable en la ciudad de Cochabamba. En ese entonces el gobierno firmó un contrato con el consorcio internacional Aguas del Tunari, liderado por la empresa estadounidense Bechtel. Poco después, las tarifas de agua aumentaron, lo que afectó gravemente a las familias y generó un amplio rechazo social. En abril, tras semanas de protestas y enfrentamientos con la policía el conflicto alcanzó su punto máximo y el gobierno declaró estado de sitio. Sin embargo, ante la presión popular, el 10 de abril de 2000, Aguas del Tunari anunció su retirada de Bolivia y la concesión fue anulada. [4]
En el caso de la guerra del gas el conflicto se centró debido a la explotación de las reservas de gas natural que se descubrieron en el departamento de Tarija a mediados de la década de 1990 y catalogadas como el segundo yacimiento más grande de Sudamérica El conflicto principal surge por la decisión del gobierno de exportar gas natural por Chile, Sin embargo, el antagonismo hacia Chile es muy profundo en Bolivia debido a la la pérdida de su salida al mar en la Guerra del Pacífico (1879-1884), por lo que diversos sectores bolivianos empezaron a hacer campaña contra la opción del puerto chileno.
Las protestas comenzaron en septiembre de 2003, con bloqueos de caminos y marchas en El Alto, La Paz y otras ciudades. Los movimientos sociales, se movilizaron masivamente y la ciudad de El Alto se convirtió en el epicentro del conflicto. El 12 y 13 de octubre, las Fuerzas Armadas y la Policía intentaron despejar los bloqueos.
Presionado por la sociedad civil, los movimientos sociales y la comunidad internacional, Sánchez de Lozada renunció el 17 de octubre de 2003 y fue reemplazado por su vicepresidente, Carlos Mesa, quien durante su gobierno recibió una presión constante de los movimientos sociales. Finalmente deja la presidencia el 9 de junio, de 2005 envuelto en una situación de crisis social y política. [5]
Carlos Mesa fue sucedido por Eduardo Rodríguez Veltzé, en ese entonces presidente de la Corte Suprema de Justicia, ante la renuncia del presidente de la Cámara de Diputados y del presidente de la Cámara de Senadores, conforme a lo que establecía la Constitución Política del Estado, cargo asumido el 9 de junio de 2005 hasta el 22 de enero de 2006. Rodríguez Veltzé, llamó a elecciones anticipadas, que se realizaron el 18 de diciembre de 2005 en las que Evo Morales, del partido Movimiento al Socialismo (MAS), fue elegido presidente de Bolivia con el 53,7% de los votos. [6]
Bolivia a partir del 2006
El 2006, inició una etapa nueva en la historia de Bolivia con Evo Morales Ayma como presidente de Bolivia.
Durante ese periodo se emitieron políticas destinadas a reformar el Estado y a recuperar el control estatal de los recursos naturales. Se comenzó el proceso de cambio de la Constitución Política del Estado con la instauración de la Asamblea Constituyente, que finalmente fue promulgada el 7 de febrero de 2009.
Sin embargo, en los últimos años, diversos sectores políticos han difundido la idea de que Bolivia habría transitado hacia un modelo de “narcosocialismo”. Esta etiqueta combina dos conceptos: el socialismo como ideología dominante del MAS, y la supuesta convivencia con el narcotráfico, como el elemento financiero.
El MAS y la legalización del cultivo de coca
Con Evo Morales, líder cocalero del Chapare, el gobierno promovió el lema “coca sí, cocaína no”. La Ley General de la Coca N.º 906 (2017) amplió las hectáreas legales de cultivo de coca de 12.000 a 22.000. Bolivia dejó de cooperar directamente con la DEA y estableció su propio modelo de control con apoyo de la UNODC. [7]
La erradicación concertada, sin represión impulsada por Bolivia fue reconocida por la UNODC en sus reportes anuales. Sin embargo, también se han reportado zonas donde el Estado no tiene control y parte de la coca se desvía a actividades ilegales. [8]
Evo Morales ejerció la presidencia del Estado desde el 22 de enero de 2006 hasta el 10 de noviembre de 2019, cuando renunció ante las movilizaciones sociales en todo el país por las denuncias de un supuesto fraude electoral en las elecciones de 20 de octubre de ese año, en las que obtuvo el 47,08% de los votos, mientras que Comunidad Ciudadana del candidato opositor Carlos Mesa sumó el 36,51%, [9] quedando descartada una segunda vuelta.
El 12 de noviembre de ese año asumió la presidencia de manera transitoria Jeanine Añez quien finalmente convocó a elecciones para octubre de 2020, tras la fase más crítica de la pandemia de COVID-19. Desde entonces el MAS no ha dejado hablar de un “Golpe de estado”.
El 8 de noviembre de 2020 asume la presidencia Luis Arce Catacora, candidato del MAS- IPSP.
Crisis multidimensional en Bolivia
Como ya se había hecho mención en anteriores artículos, actualmente Bolivia atraviesa una crisis económica, social, institucional y política con la falta de dólares, desabastecimiento de combustible, aumento de los precios de los principales productos de la canasta familiar y de los medicamentos además del descontento social que recrudece cada día ante la crisis que se ha vuelto ya insostenible. En tanto, el Tribunal Supremo Electoral, con mucho esfuerzo, lleva adelante el calendario electoral para que pueda realizarse el proceso electoral el próximo 17 de agosto.
Caos político
Las elecciones generales previstas para el 17 de agosto se celebrarán en un ambiente de crisis profunda y se han visto inciertas debido a la exclusión de Evo Morales de la carrera presidencial por una sentencia constitucional (SCP N°007/2025)
En este sentido, el Tribunal Constitucional Plurinacional en su fallo establece que el presidente y vicepresidente están habilitados para una relección por una sola vez de manera continua, señalando que el término “una sola vez” implica “…..la limitación de alcanzar a un tercer mandato y la prohibición de que el mismo se extienda más allá de los diez años como máximo, sea este de forma continua discontinua….” [10] dejando sin efecto lo resuelto en la Sentencia Constitucional Plurinacional (SCP) 0084/2017 que había habilitado su candidatura con el argumento de que la reelección presidencial es un derecho humano.
Con la mencionada resolución y la Opinión Consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Evo Morales queda inhabilitado para futuros procesos electorales en el país, lo cual ha desatado protestas de sus seguidores que a inicios de junio realizaron bloqueos de rutas por 15 días que dejaron 6 fallecidos, 200 heridos y 140 detenidos [11], sumado a esto, promovieron movilizaciones pidiendo la renuncia del presidente Luis Arce e insistiendo en la inscripción de Morales como candidato a la presidencia y advirtiendo que no habrá proceso electoral si Morales no figura en la papeleta de sufragio.
Lo cierto es que Evo Morales, no se encuentra habilitado para postular como presidente y además, pese a todos sus intentos, no ha podido encontrar sigla política que lo represente para poder ser inscrito como candidato.
Por otro lado, el presidente Luis Arce, está profundamente cuestionado por la población que se encuentra agotada y siente cada día la crisis; sin embargo, rechaza renunciar, ya que afirma que eso no resolvería nada y se debe preservar la democracia
Colapso económico
El país enfrenta un colapso económico con una inflación al alza, escasez de combustible, alimentos y divisas. El Instituto Nacional de Estadística (INE) informó que la inflación en Bolivia alcanzó el 5,21% en junio, una cifra inusualmente alta para un solo mes, la inflación acumulada de 2025 se elevó a 15,53%, lo cual duplica el 7,5 % proyectado por el Gobierno y que, según las autoridades, fue agravada por bloqueos de vías y conflictos sociales [12]
Es importante recordar que, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Bolivia cerró el año pasado con una inflación del 9,97 %, que hasta ese momento fue la más alta desde
2008, cuando el país registró una inflación de 11,8 %. [13]
Crisis social
La población vive situaciones límite por la falta de alimentos, escasez de medicinas, conflictividad vecinal y las largas filas por los carburantes.
El nuevo proceso de liberación de Bolivia: el Bicentenario
Con todo lo expuesto anteriormente en este artículo, es evidente que el sistema democrático y la institucionalidad de Bolivia se encuentran en riesgo ante el colapso económico y la incertidumbre sobre las elecciones generales del próximo 17 de agosto ante intentos de seguidores de Evo Morales por detener el proceso electoral si su candidato no figura en la papeleta.
Es posible decir que Bolivia vive una situación límite por ambiciones personales y de un grupo que responde a organizaciones criminales del narcotráfico para mantener el poder.
El MAS- IPSP ha estado en el gobierno durante casi 20 años, lo que ha provocado que Bolivia siga siendo un camino libre para el narcotráfico, el contrabando y la corrupción, que ha tenido a Bolivia dominada.
A pesar de fallos judiciales y divisiones internas, Evo Morales continua insistiendo en su candidatura. Su persistencia para volver al poder, incluso en contra de la Constitución Política del Estado, se está convirtiendo en el mayor obstáculo para la estabilidad electoral del país y en un riesgo democrático. Sus seguidores constantemente lanzan amenazas como la última de Ruth Nina, seguidora de Evo Morales y líder de PAN-BOL quien dijo “El Gobierno en vez de contar votos, van a contar muertos”.
Por eso, este año que se celebra el Bicentenario y con un proceso electoral que se encuentra a pocas semanas, Bolivia debe luchar por un nuevo proceso de liberación a través de las urnas y que permita su rescate para llevarla a un proceso de reconstrucción, económica, política, social e institucional. Bolivia necesita un respiro, paz social, estabilidad económica, democrática e institucional. Un gobierno que promueva y respete la libertad, la democracia, la institucionalidad y las leyes
La población está expectante ante el proceso electoral con la esperanza de que con un nuevo gobierno vendrán mejores tiempos para nuestro país. Recordando que la unidad no depende del candidato, sino de la concentración del voto y quela población boliviana ahora se halla ante el desafío de ser parte de este proceso de liberación y decir ¡¡basta!! para encaminarse a un nuevo grito de libertad en el bicentenario de la República.
¡El 17 de agosto es una oportunidad histórica para Bolivia!
Referencias
[1] Independencia de Bolivia – Historia de Bolivia | don Quijote
[2] La revolución del 9 de abril de 1952 sembró la semilla de una educación para todos
[3] History of Bolivia (1964–1982) – Wikipedia .
[4] Guerra del agua (Bolivia)
[5] Guerra del Gas (Bolivia)
[6] Elecciones generales 2005
[7] Ley General de la Coca (Ley 906, 2017). Gaceta Oficial de Bolivia.
Bolivia: Ley Nº 906, 18 de diciembre de 1986
[8] UNODC (2020). Informe de monitoreo de cultivos de coca en Bolivia 2019.
[9] Elecciones generales de Bolivia de 2019
[10] Sentencia Constitucional N° 007/2025
[11] Caso Llallagua: Aguilera señala que se identificaron a 10 autores intelectuales y 40 materiales
[12] Banco Central de Bolivia Indicadores de Inflación | Banco Central de Bolivia
[13] Bolivia acumula en seis meses una inflación de 15,53 % que duplica la previsión para 2025