Líderes mundiales mantienen contacto informal con Trump por teléfono
El presidente estadounidense prioriza llamadas y mensajes directos con mandatarios. Macron, Starmer y bin Salman son algunos de los que adaptan su estilo para fortalecer relaciones bilaterales. La estrategia ha reducido tensiones en temas como la OTAN, según fuentes cercanas.
«Donaldddddd»: Diplomacia sin protocolos
Donald Trump sorprendió a líderes extranjeros al compartir su número personal durante su primer mandato. Seis meses después de su reelección, mantiene conversaciones frecuentes —a menudo informales— con figuras como Emmanuel Macron, Mohammed bin Salman y Keir Starmer. «Habla con más líderes de lo que la gente cree», reveló una fuente anónima.
El arte de la negociación por WhatsApp
Starmer, primer ministro británico, usó mensajes de WhatsApp para mediar entre Trump y Zelensky tras un tenso encuentro en la Casa Blanca. Este lunes, ambos jugarán golf en Escocia para «fortalecer la relación personal», según un asesor del Reino Unido. Trump también inicia llamadas espontáneas, como una que interrumpió un partido de fútbol que veía Starmer.
Resultados tangibles
La Casa Blanca destaca que Trump ha celebrado 23 reuniones bilaterales en seis meses. Tras la cumbre de la OTAN en Países Bajos, el presidente cambió su postura sobre la alianza y aprobó más ayuda militar para Ucrania, aunque condicionada al financiamiento europeo. «Hay menos fricciones y más alineamiento», señaló un funcionario europeo.
Antecedentes: Un estilo que divide
Trump ya había roto protocolos diplomáticos en su primer mandato (2017-2021), optando por un trato directo y desestructurado. Algunos líderes, como Macron, han combinado halagos en privado con desacuerdos públicos, como su crítica a los aranceles estadounidenses en la UE. Otros, como el rey Carlos III, han usado gestos simbólicos —como una cena de estado programada para septiembre— para ganar influencia.
Relaciones que trascienden lo formal
La dinámica refleja la importancia que Trump da a los vínculos personales en la diplomacia. Aunque el riesgo de filtraciones persiste —como cuando publicó mensajes privados del secretario de la OTAN—, varios mandatarios aprovechan estos canales informales para negociar con mayor flexibilidad. Macron, por ejemplo, discrepa públicamente pero valora «la relación construida en conversaciones privadas».