Santa Ana de Velasco celebra 270 años como Patrimonio de la Humanidad
La última misión jesuítica fundada en Chiquitos conmemora su legado cultural y religioso. La diputada Álvarez destacó su valor histórico durante los actos centrales. Su iglesia, declarada por la UNESCO en 1990, conserva arte barroco y acústica original.
«Un testimonio vivo de fe y resistencia»
La comunidad de Santa Ana de Velasco, fundada en 1755 por el jesuita Julio Knittel, festejó su aniversario con actividades que integran patrimonio y tradición. La diputada María René Álvarez participó en los actos y resaltó que el pueblo «inspira a futuras generaciones». La iglesia, construida con madera tallada, es eje de la celebración.
Patrimonio que perdura
Declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1990, la iglesia conserva retablos dorados y una acústica diseñada para la música barroca misional. Es la última reducción jesuítica establecida antes de su expulsión, lo que refuerza su valor simbólico.
Raíces que unen pasado y presente
Santa Ana de Velasco forma parte de las Misiones Jesuíticas de Chiquitos, un circuito turístico y cultural clave en Bolivia. Su fundación en el siglo XVIII respondió al modelo de reducciones para evangelizar a los pueblos originarios, combinando arte europeo con técnicas locales.
Legado tallado en madera y fe
La celebración reafirma la importancia de preservar este enclave histórico. La UNESCO y autoridades locales destacan su autenticidad arquitectónica y su rol como «joya viva» de la identidad chiquitana.