Santa Cruz concentra el 81% de los 7.445 focos de calor en Bolivia
El departamento registra 6.038 puntos de incendio, según datos oficiales del 25 de julio. Las provincias más afectadas son José Miguel de Velasco, Chiquitos y Ñuflo de Chávez. El Gobierno mantiene la pausa ambiental y refuerza patrullajes tras la catástrofe de 2024.
«El fuego avanza donde ya arrasó 12,6 millones de hectáreas»
El Sistema de Información y Monitoreo de Bosques (SIMB) reportó que, tras Santa Cruz, Beni es el segundo departamento con más focos (1.096). «Hemos detectado un incendio activo en Puerto Suárez», alertó Paulo Viruez de la Gobernación cruceña, donde bomberos intentan controlar las llamas en Yaguarete.
Distribución crítica por regiones
Las cifras del Ministerio de Medio Ambiente detallan que Tarija (111), La Paz (74) y Pando (61) siguen en la lista. En La Paz, el 38% de los focos se concentra en Abel Iturralde, mientras que Beni enfrenta puntos críticos en Yacuma (405) y Marbán (182).
Lecciones del desastre
En 2024, los incendios devoraron 12,6 millones de hectáreas, lo que motivó al Tribunal Agroambiental a extender la pausa ambiental (Comunicado 017/2025). El ministro Yamil Flores confirmó que el Decreto Supremo 5225 sigue vigente, prohibiendo chaqueos en áreas protegidas y zonas sensibles.
Operativos en terreno
El Gobierno activó en junio un plan con cinco líneas de acción, enfocado en combate directo y capacitación. Pese a las restricciones, la época seca y los chaqueos ilegales han incrementado los riesgos. «Desplegamos personal en Germán Busch», explicó Viruez sobre el operativo en Puerto Suárez.
El fantasma de 2024
La magnitud de los incendios del año pasado obligó a medidas excepcionales. La pausa ambiental busca evitar que se repita la pérdida de bosques, pero los focos actuales muestran que el peligro persiste, especialmente en el oriente boliviano.
La temporada seca pone a prueba las medidas
La eficacia de los patrullajes y la prohibición de quemas se medirá en las próximas semanas. Con Santa Cruz como epicentro, las autoridades enfrentan el reto de evitar que los 3.400 focos activos deriven en una nueva emergencia.