Consumo mundial de carne podría alcanzar 570 millones de toneladas en 2030
Expertos recomiendan reducir la ingesta de carne roja y procesada por sus impactos en la salud y el medio ambiente. Nuevas guías alimentarias sugieren límites semanales basados en evidencia científica.
«Menos carne, más conciencia»
El debate sobre el consumo de carne ha evolucionado: ya no se discute su necesidad, sino su cantidad. Según datos de Statista y Our World in Data, la producción global podría llegar a 570 millones de toneladas anuales para 2030, impulsada por el crecimiento demográfico y económico. Países como España, EE.UU. o Japón superan los 100 kg por persona al año.
Impacto en la salud
Estudios recogidos en Nature Food y MIT Press Reader vinculan el exceso de carne roja y procesada con mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer colorrectal y mortalidad general. La catedrática Lourdes Vázquez (Universidad de Santiago de Compostela) destaca: «Cuanto más alimentos de origen vegetal, mejor».
Recomendaciones oficiales
La Unión Europea sugiere limitar la carne roja a 300-500 g semanales y la procesada a 30-150 g. En España, las guías aconsejan 0-3 raciones semanales, priorizando carnes blancas como pollo o conejo.
Raíces y mitos de una dieta carnívora
Mientras estudios sobre fósiles de Australopithecus sugieren una dieta basada en plantas, otras teorías defienden que los humanos fueron hipercarnívoros durante el Paleolítico. El biólogo Gidon Eshel cuestiona usar la evolución para justificar hábitos actuales: «La carne no es indispensable» si se reemplaza con alternativas vegetales.
Alternativas sin prohibiciones
Expertos proponen enfoques graduales como el pescetarianismo o el flexitarianismo, que reducen pero no eliminan la carne. La clave está en la moderación: combinaciones dietéticas que equilibren salud y sostenibilidad, sin renunciar al placer de comer.
Un plato con futuro
Reducir el consumo de carne, optar por calidad sobre cantidad y aumentar vegetales beneficia tanto la salud individual como el planeta. Como concluye Nature Food, no se trata de prohibir, sino de transformar hábitos.