El Xiaomi YU7 usado se vende más caro que nuevo por alta demanda
El SUV eléctrico tiene sobreprecios de hasta 2.400 euros en el mercado de segunda mano. La escasez de unidades y las largas listas de espera, que superan el año en algunos casos, han disparado su valor. Ocurre en China, donde Xiaomi lucha por aumentar su producción.
Un coche tan deseado que vale más usado
El Xiaomi YU7, segundo vehículo eléctrico de la marca, enfrenta una demanda sin precedentes. Según CarNewsChina, 80 anuncios en plataformas de compraventa ofrecen el modelo con sobreprecios de 1.200 a 2.400 euros, especialmente en su versión Max (la más potente). «Los concesionarios están aprovechando la escasez», señala el medio. La versión Max, con 690 CV y 770 km de autonomía (homologación china), es la más cotizada.
Tiempos de espera insólitos
Xiaomi ha paralizado reservas ante plazos de entrega de 60 semanas para la versión Standard (14 meses) y 39-42 semanas para la Max (10 meses). 248.000 reservas se registraron en las primeras 18 horas tras su lanzamiento, 200.000 en solo 3 minutos. La compañía ha desviado parte de la producción de su berlina SU7 para acelerar entregas, pero el retraso persiste.
Xiaomi corre contra el reloj
La marca amplía sus fábricas para responder a la demanda, pero el riesgo es claro: «El mercado chino de eléctricos evoluciona rápidamente». Si los plazos no mejoran, los clientes podrían migrar a competidores. Mientras, el SU7 Ultra (berlina) también sufre sobreprecios en segunda mano, llegando a 15.000 euros más que su precio original.
Cuando la fiebre supera la producción
Xiaomi irrumpió en 2024 en el sector automotriz con precios competitivos y tecnología avanzada. China, líder en ventas de eléctricos, tiene una feroz competencia con ciclos de renovación cortos. El YU7 llegó para competir con el Tesla Model Y, pero su éxito ha sido tan abrupto que la marca no logra cubrir los pedidos.
Un éxito que no puede estancarse
La situación refleja el desafío de equilibrar popularidad y capacidad productiva. Xiaomi depende de acelerar su fabricación para evitar que la espera ahuyente a compradores. Mientras, el mercado secundario sigue inflando los precios de un coche que, paradójicamente, vale más usado que nuevo.