Sam Altman alerta sobre crisis de fraude con IA y propone verificación biométrica
El CEO de OpenAI advierte del aumento de estafas con suplantación de voz mediante IA. Coincide con alertas del FBI y el INCIBE sobre clonaciones vocales. Su solución, vinculada a su empresa WorldCoin, genera controversia por conflictos de interés.
«Una crisis inminente y grave»
Sam Altman, durante un discurso en la Reserva Federal, afirmó estar «muy nervioso por una inminente crisis de fraude» debido al uso malicioso de IA. Citó casos como clonaciones de voces de políticos o religiosos, como el de monseñor Teodoro Muñoz en Sevilla, donde estafadores pidieron bizums mediante suplantación.
Las autoridades ya lo advirtieron
El FBI y el INCIBE alertaron previamente sobre el aumento de phishing y vishing con IA. En España, los dominios .es son frecuentes en estos fraudes. Aunque existen soluciones como contraseñas familiares, Altman insiste en que «no son suficientes en contextos impersonales».
WorldCoin: la polémica solución
Altman es cofundador de WorldCoin (ahora World), que promueve el escaneo de iris como método infalible para verificar humanidad. Tras conflictos con la AEPD, la empresa lanzó alternativas como World ID Credentials (basado en pasaportes con NFC) y World ID Deep Face para videollamadas.
OpenAI, parte del problema
La propia OpenAI contribuyó al riesgo al liberar modelos avanzados como GPT-3 y GPT-4, pese a haber retenido GPT-2 por temor a malos usos. Altman fue despedido temporalmente en 2023 por aprobar funciones sin consenso del comité de seguridad, según el Wall Street Journal.
De la alarma a la oportunidad
El contexto muestra un aumento exponencial de fraudes con IA, desde clonaciones vocales hasta phishing. Mientras Altman alerta, su vinculación con WorldCoin genera escepticismo. Ilya Sutskever, excofundador de OpenAI, creó Safe Superintelligence Inc (SSI) para desarrollar IA segura, valorada en 30.000 millones sin productos.
¿Solución o conflicto de intereses?
La advertencia de Altman refleja un problema real, pero su propuesta de verificación biométrica está directamente ligada a sus intereses comerciales. La eficacia y ética de estas soluciones dependerán de su adopción y regulación en un escenario de creciente desconfianza digital.