El sistema Start & Stop genera debate sobre su uso en atascos
Expertos advierten sobre posibles averías en verano. El mecanismo, presente en el 65% de coches nuevos en EE.UU., apaga el motor en paradas para reducir emisiones. Su impacto en la mecánica divide a especialistas.
«Ahorro sí, pero con riesgos»
El Start & Stop, popularizado desde los años 2000, reduce el consumo entre un 4% y 26,4% en atascos, según la EPA. Sin embargo, mecánicos como los de Talleres Ebenezer alertan de que «el estrés en motor de arranque y batería AGM/EFB puede derivar en reparaciones costosas».
Problemas en condiciones extremas
En verano, el sistema eleva la temperatura del motor al detener la refrigeración, aunque bombas eléctricas modernas mitigan este efecto. Medios como Motor.es destacan que los encendidos repetidos (hasta 500.000 en la vida útil del vehículo) «aceleran el desgaste del turbo».
Entre la normativa y la libertad
Los fabricantes lo incluyen por defecto para cumplir con los ciclos WLTP, pese a no ser obligatorio. La EPA estudia eliminarlo tras críticas como las del director Lee Zeldin, quien lo calificó como «el sistema que todo el mundo odia». Desactivarlo manualmente es la opción actual, aunque podría afectar a la ITV.
De los 80 a la era microhíbrida
Creado en los años 80, el Start & Stop se refinó con baterías de 48V y controles inteligentes que gestionan la posición de los cilindros. Pese a las mejoras, sigue generando desconfianza entre conductores y profesionales.
¿Apagar para conducir tranquilo?
Los sistemas actuales minimizan riesgos, pero el debate persiste. El ahorro de combustible se contrapone a posibles gastos en mantenimiento, dejando la decisión final en manos del conductor.