Gabriel Peralta recorre Bolivia en moto para homenajear a su padre
Un cruceño de 50 años completa una travesía de 66 días en una Maruti 125cc. El viaje, iniciado el 5 de julio, busca inspirar a cumplir sueños con pocos recursos y mostrar la diversidad boliviana. Peralta documenta paisajes y encuentros humanos mientras avanza hacia Santa Cruz, su punto final.
«Una aventura sobre dos ruedas y mucho corazón»
Gabriel Peralta, artista multidisciplinario y padre de seis hijos, partió de Santa Cruz con «un nudo en la garganta y el corazón lleno de emoción». Su moto, regalo de su padre, es el vehículo para «romper el mito» de que se necesitan grandes medios para viajar. Ha recorrido el altiplano, valles y Amazonía, destacando el Salar de Uyuni y la generosidad de desconocidos.
Los aliados del camino
Cuatro auspiciadores apoyan la travesía: Maruti Bolivia (acondicionamiento de la moto), Horneados Únicos (alimentos), Seguros Fortaleza (protección) y Anabel Technology (accesorios). Peralta complementó los recursos vendiendo pertenencias y haciendo trabajos puntuales. «Cada esfuerzo le da más valor al viaje», afirma.
La soledad y la solidaridad
Peralta enfrentó pinchaduras en caminos remotos y noches frías, pero la mayor prueba fue «la soledad». Sin embargo, resalta encuentros con bolivianos que le ofrecieron alojamiento, comida o gasolina. «Solo pagué una noche en Sapecho», revela. En Rurrenabaque, una mujer gestionó su hospedaje gratis.
«Bolivia, un país que espera ser descubierto»
Peralta eligió una moto de baja cilindrada para «ir despacio y conectar con la gente». Su meta es inspirar: «Los sueños no necesitan lujos, solo decisión». Tras pasar por Villa Montes y Camiri, cerrará su ruta en Santa Cruz, donde lo espera su familia. Documenta el viaje para animar a otros a explorar el país.
Un creativo sobre ruedas
Peralta es cofundador del Grupo Cultural Gatunos y miembro de la Fundación Audiovisual Fundav. Combina sus facetas de fotógrafo, diseñador y ganadero con esta aventura, que refleja su «pasión por los desafíos».
El viaje como legado
La travesía de Peralta demuestra que la voluntad supera limitaciones. Su historia, documentada en tiempo real, resalta la belleza boliviana y la hospitalidad de su gente, dejando un mensaje claro: «El miedo y las excusas son los únicos límites».