Streamer banea a menor que gastó 30.000 euros en donaciones en Twitch
Un adolescente de 15 años donó 35.000 dólares en un mes al streamer Cody ‘Clix’. El joven usó una tarjeta a nombre de su padre y fue expulsado del canal sin reembolso. El caso reabre el debate sobre la adicción a las donaciones en la plataforma.
«Es adictivo»: la confesión del menor
Lucaslev (lzl11), el adolescente, admitió durante una llamada en directo que donar le generaba dopamina: «Liberaba amor y era adictivo». Reconoció haber ganado 18.000 dólares invirtiendo en acciones, pero priorizó las donaciones para llamar la atención del streamer. «Solo quería que me agregaras en Fortnite», confesó.
Padres con recursos, controles ausentes
El joven usó una tarjeta a nombre de su padre –«con situación financiera estable»– pese a ser menor. Aunque su progenitor le reprendió días antes, Lucas continuó donando durante el stream. Clix le aconsejó guardar el dinero, pero le baneó sin devolverle los fondos cuando el menor insinuó enviar más.
Twitch y su batalla pendiente contra las donaciones descontroladas
La plataforma prohíbe a menores de 13 años usar sus servicios y alerta sobre estafas, pero no regula donaciones masivas de adolescentes. Casos como el de Kai Cenat (11.000 dólares) o el robo de tarjetas para suscripciones –denunciado por Ibai Llanos– evidencian el problema. Streamers como Jen Herranz han pedido moderación: «No donéis si no os lo podéis permitir».
De la dopamina a la polémica
Twitch ha actualizado normas sobre apuestas, pero no aborda la raíz del asunto: la plataforma monetiza interacciones que pueden derivar en conductas compulsivas, especialmente en menores. La falta de mecanismos para verificar la procedencia de fondos o la edad de donantes sigue siendo crítica.
Un streamer menos 35.000 dólares (y un precedente peligroso)
El caso refleja la normalización de donaciones excesivas en Twitch. Mientras los creadores piden responsabilidad, la plataforma no implementa salvaguardas efectivas. El debate sobre límites o reembolsos obligatorios para menores sigue abierto, pero sin cambios regulatorios visibles.