Santa Cruz celebra el Día de la Bandera Cruceña

La bandera cruceña, símbolo de identidad y resistencia, conmemora su creación en 1864 con actos cívicos y reconocimiento institucional.
El Deber

Santa Cruz celebra el Día de la Bandera Cruceña este 24 de julio

La enseña verde y blanca, creada en 1864, simboliza identidad y resistencia regional. Conmemorada cada año, fue ocultada durante casi un siglo por conflictos políticos hasta su recuperación en 1980. Hoy forma parte del Estatuto Autonómico Departamental.

«Verde de esperanza, blanco de pureza»

La bandera cruceña, compuesta por tres franjas horizontales (verde, blanco y verde), fue creada el 24 de julio de 1864 por el prefecto Tristán Roca Suárez. «El verde representa la vegetación y la esperanza; el blanco, la pureza y el patriotismo», destaca el texto. Su diseño refleja los paisajes y valores de Santa Cruz.

Un símbolo silenciado

En 1865, la dictadura de Mariano Melgarejo obligó a ocultar la bandera tras el destierro de Roca Suárez. Quedó en el olvido por casi 100 años hasta su reivindicación en 1980, cuando Adolfo «Papi» Rau Bauer la izó en Puerto Suárez. En 1981, el Comité Pro Santa Cruz la reconoció oficialmente, junto a su himno.

Reconocimiento institucional

El 12 de enero de 1985, el IV Congreso Cívico Provincial aprobó la bandera como símbolo departamental. El prefecto Freddy Landívar Arauz formalizó su estatus mediante decreto. En 2008, el 86% de la población respaldó su inclusión en el Estatuto Autonómico, consolidándola como emblema de identidad.

De la resistencia al paisaje cotidiano

Hoy, la bandera cruceña ondea en plazas, hogares y calles, integrada al sentir ciudadano. «Es un símbolo de orgullo y pertenencia», subraya el texto. Su himno, con letra de Luis Darío Vázquez Rivero, invoca a «preservarla sin mancha ni afrenta».

Una historia de lucha y reivindicación

La bandera nació en un contexto de tensiones políticas en el siglo XIX y resurgió durante la recuperación democrática boliviana en los años 80. Su trayectoria refleja la lucha por la autonomía y la identidad cruceña, reconocida legalmente en las últimas décadas.

Más que tela, un legado vivo

La bandera cruceña trasciende su diseño: encarna la memoria colectiva de Santa Cruz. Su presencia cotidiana y su arraigo en el Estatuto Autonómico confirman su vigencia como símbolo unificador.