Ingenieros de la NASA reparan con éxito la cámara de la sonda Juno en Júpiter
La JunoCam recuperó su funcionalidad tras un arriesgado proceso de calentamiento. La maniobra permitió capturar imágenes inéditas de la luna Ío. La operación se realizó a 600 millones de km de la Tierra, salvando un instrumento clave de la misión extendida.
«Un plan suicida que dio frutos»
La JunoCam, la cámara encargada de las icónicas imágenes de Júpiter, sufría graves daños por radiación. «Casi todas las imágenes estaban corruptas», admitió la NASA. Los ingenieros optaron por un recocido térmico, elevando la temperatura del instrumento para reparar sus componentes. «No sabíamos si funcionaría», reconoció Jacob Schaffner, uno de los responsables.
La odisea de la reparación
El proceso requirió calentar la cámara a 25°C, un nivel inusual. Tras días de incertidumbre, las imágenes mejoraron drásticamente. «Para el sobrevuelo de Ío, funcionaba casi como nueva», destacó Michael Ravine. La JunoCam capturó detalles sin precedentes, como montañas de escarcha y ríos de lava en la luna más volcánica del sistema solar.
Un legado contra reloj
Aunque el daño por radiación persiste, la NASA subraya que la técnica aplicada abre puertas para futuras misiones. La JunoCam ya superó su vida útil inicial (2018) y sigue operando en un entorno extremo. «El ruido ha reaparecido, pero el aprendizaje es incalculable», concluyó la agencia.
Juno: una misión que desafía lo esperado
Lanzada en 2011, la sonda llegó a Júpiter en 2016. Su éxito llevó a extender la misión, explorando lunas como Ganímedes (2021) y Europa (2022). Ío era el último objetivo, y la JunoCam era clave para documentarlo.
Un respiro técnico en el infierno radiactivo
La reparación demostró que incluso en condiciones límite, soluciones innovadoras pueden salvar instrumentos científicos. Las imágenes de Ío, ahora archivadas, serán material de estudio durante años.