Los microhíbridos lideran las ventas en España pero su batería es más cara
El 35,35% de los coches matriculados en 2025 son híbridos, según datos de junio. Su popularidad se debe a su bajo consumo y mínima inversión, pero la sustitución de sus pequeñas baterías implica costes elevados en comparación con su tamaño.
«Batería pequeña, factura grande»
Los microhíbridos, con baterías reducidas de 24V o 48V, dominan el mercado español: 254.604 unidades vendidas frente a 192.447 de gasolina. Sin embargo, la Agencia Internacional de la Energía alerta de que su reposición es desproporcionadamente cara. Un pack de 20 kWh para híbridos enchufables cuesta igual que uno de 65 kWh para eléctricos, debido a su mayor complejidad técnica.
Costes que escalan
En modelos como el Audi A6 o Volvo XC60, cambiar la batería ronda los 2.000-3.000 euros. La del Renault Rafale (1,7 kWh) alcanza 4.000 euros. El problema: los componentes fijos y los altos requerimientos energéticos encarecen estas piezas, especialmente en Europa, donde los precios caen más lento que en China.
Talleres y limitaciones
La reparación suele realizarse en concesionarios oficiales, con mano de obra más costosa. Los talleres independientes aún no están masificados para estas intervenciones, lo que reduce opciones para el consumidor.
Un mercado en transición
España prioriza los híbridos por su balance entre eficiencia y coste inicial, pero la falta de competencia en baterías pequeñas y la dependencia tecnológica marcan su rentabilidad a largo plazo. China, líder en ventas de eléctricos, abarata solo ese segmento.
El dilema de la electrificación ligera
Los microhíbridos ganan por ahora la batalla comercial, pero su mantenimiento revela fisuras. Los conductores deberán valorar si el ahorro en combustible compensa los gastos futuros en reparaciones.