China inicia la construcción de la presa más grande del mundo en el Tíbet
El proyecto generará 300 millones de MWh anuales. India y Bangladés temen que China use el agua como arma geopolítica. La obra, valorada en 130.000 millones de euros, estará operativa en 2030.
«El proyecto del siglo»: energía y controversia
China ha comenzado la construcción de un complejo de cinco presas en cascada en el río Yarlung Tsangpo (Tíbet), que superará en capacidad a la actual presa de las Tres Gargantas. Según el primer ministro Li Qiang, la obra «cubrirá las necesidades de 300 millones de personas» y fomentará las energías renovables. Sin embargo, los países vecinos alertan de riesgos ambientales y estratégicos.
Preocupaciones geopolíticas
India y Bangladés temen que China controle el caudal del Brahmaputra, vital para su agricultura. Neeraj Singh Manhas, experto en diplomacia, advierte: «China podría usar el agua como arma, bloqueándola o desviándola». El ministro indio Pema Khandu lo calificó de «amenaza existencial» para las tribus locales.
Riesgos naturales y sociales
La zona es altamente sísmica y ya ha registrado terremotos que dañaron presas. Grupos tibetanos denuncian desplazamientos forzados y falta de transparencia. Pekín asegura que prioriza la «conservación ecológica», pero no ha detallado medidas concretas.
Un gigante en tierras inestables
El Tíbet alberga el 20% de los recursos hídricos de Asia, pero su geología compleja y tensiones políticas complican el proyecto. China insiste en que no busca «hegemonía del agua», aunque India planea construir su propia presa río abajo, lo que podría agravar la disputa.
Energía verde, tensiones azules
La presa impulsará la transición energética china, pero su impacto regional sigue en duda. Con un plazo de ejecución hasta 2030, la obra podría redefinir el equilibrio hídrico y político del sur de Asia.