Trump exige a los Washington Commanders recuperar el nombre «Redskins»
Activistas progresistas celebran la polémica medida porque podría frenar la construcción de un nuevo estadio en Washington D.C. El presidente estadounidense amenazó con bloquear el acuerdo si el equipo no recupera su antigua denominación, considerada racista.
«Una interferencia tóxica que beneficia a los opositores»
Adam Eidinger, líder de la iniciativa contra el estadio, afirmó: «No queremos un estadio, y esto nos da tiempo». Su grupo busca destinar el terreno a viviendas para reducir el alto costo de vida en la capital. «Nunca pensé que me alegraría por algo tan racista», admitió.
Reacciones en el Consejo de la Ciudad
Christina Henderson, concejal de D.C., criticó la intromisión: «Estamos en negociaciones y esto no ayuda». El acuerdo incluye subsidios públicos de al menos 1.000 millones de dólares. Mientras, la alcaldesa Muriel Bowser evitó condenar la propuesta de Trump y pidió aprobar el proyecto.
Riesgo de bloqueo federal
Un negociador anónimo advirtió: «Trump puede hundir el acuerdo». El estadio se construiría en terrenos federales arrendados a D.C., pero el presidente podría revocar el contrato o retrasar permisos. Charles Allen, crítico del proyecto, aseguró que el Consejo «nunca aceptaría volver al nombre racista».
Un nombre con pasado segregacionista
En 1962, el gobierno de John F. Kennedy obligó al equipo (entonces «Redskins») a abandonar la segregación racial para usar el estadio. La actual polémica revive un debate que parecía superado desde 2020, cuando el equipo cambió su nombre durante las protestas por justicia social.
El estadio, en juego
La intervención de Trump divide a los aficionados y complica las negociaciones. Mientras algunos buscan acelerar el acuerdo, otros ven la polémica como una oportunidad para replantear el uso de fondos públicos. La decisión final dependerá de si el equipo cede a la presión presidencial o prioriza el apoyo local.