Trump demanda a The Wall Street Journal por reportaje sobre Epstein
El presidente estadounidense alega difamación mientras goza de inmunidad judicial. El caso expone la asimetría legal que le permite demandar, pero protege su cargo de demandas civiles. La Corte Suprema ha ampliado históricamente esta protección.
«El escudo y la espada legal de Trump»
Donald Trump ha presentado una demanda contra The Wall Street Journal por un artículo que vincula su nombre con Jeffrey Epstein. Es la primera vez que un presidente en ejercicio demanda a un medio, según expertos. La acción judicial llega tras años de precedentes que blindan al mandatario: en 2024, la Corte Suprema le otorgó inmunidad penal por actos oficiales, una decisión sin base constitucional clara.
Un historial de litigios mediáticos
Trump ha perdido múltiples demandas contra medios como The New York Times, CNN y The Washington Post. Sin embargo, logró acuerdos con ABC y Paramount Global. El caso actual es «débil y absurdo», según el abogado Ted Boutrous, quien defiende a Mary Trump en otra demanda del presidente. El juez asignado, designado por Obama, podría complicar la estrategia de Trump.
Riesgos para el presidente
Si el caso avanza, The Wall Street Journal podría solicitar declaraciones de Trump y documentos sobre Epstein, exponiendo detalles sensibles. «Todo el país tendría acceso a lo que se presente en los tribunales», advierte el análisis. Trump podría retirar la demanda para evitar revelaciones, como ha hecho antes.
La paradoja de la inmunidad presidencial
Mientras Trump demanda libremente, ciudadanos y empresas enfrentan barreras para demandarlo. Dos fallos clave lo protegen: Nixon v. Fitzgerald (1982, inmunidad por actos oficiales) y Clinton v. Jones (1997, responsabilidad por conducta privada). Trump ha borrado esa línea, usando su cargo para atacar críticos, como en órdenes ejecutivas contra bufetes de abogados.
Un precedente con raíces profundas
La inmunidad civil presidencial no tiene base constitucional explícita. George Washington litigó sin reclamar protección, pero la Corte Suprema moderna la ha expandido. «Distrae al presidente de sus deberes» fue el argumento en 1982. Hoy, Trump aprovecha el vacío para actuar como demandante, pero no como demandado.
Sin cambios a la vista
La Corte Suprema, dominada por conservadores, reafirmó recientemente la inmunidad presidencial y es improbable que la restrinja. Para medios y críticos, el mensaje es claro: «Es una amenaza a la Primera Enmienda», según Boutrous. El caso contra el Journal podría fracasar, pero refuerza un sistema legal desigual.