Conductores catalanes multados por tapar la ‘E’ en sus matrículas
La sanción asciende a 200 euros por modificar la placa. Algunos independentistas sustituyen la letra por ‘CAT’ como protesta política. Un precedente gallego avala que el cambio no impide la legibilidad, pero la DGT mantiene las multas.
«La ‘E’ que divide: protesta y normativa»
Algunos conductores en Cataluña están siendo sancionados por ocultar la letra ‘E’ —que identifica a España— en sus matrículas, reemplazándola por ‘CAT’ junto a una senyera. «Es un acto simbólico contra el Estado», defienden los implicados, mientras las autoridades aplican el artículo 49.4 del Reglamento General de Vehículos, que prohíbe alterar las placas.
El caso que marcó un precedente
En 2024, Bieito Lobeira, dirigente del BNG gallego, ganó un recurso judicial al demostrar que su modificación (cambiar ‘E’ por ‘GZ’) «no dificultaba la identificación» de la matrícula. Este fallo es ahora usado como argumento por quienes replican la acción en Cataluña, como el dirigente de la ANC David Miñana.
De Aznar a hoy: 25 años de conflicto
El origen se remonta al año 2000, cuando España adaptó las matrículas a la normativa europea, eliminando las referencias provinciales. Los partidos nacionalistas criticaron entonces la pérdida de identidad autonómica. Desde entonces, grupos independentistas han promovido acciones como las pegatinas con ‘CAT’, aunque la DGT insiste en que «cualquier modificación es infracción grave».
Europa sí permite distintivos regionales
Países como Francia, Alemania o Italia mantienen símbolos regionales en sus matrículas, algo que en España sigue generando controversia. Mientras, los conductores sancionados alegan que su protesta «no afecta a la seguridad vial», pero la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra aplican la multa de 200 euros sin excepciones.
Un debate que no caduca
La polémica refleja la tensión entre identidad autonómica y normativa estatal. Aunque los tribunales han dado la razón a algunos conductores, la DGT mantiene su postura: cualquier alteración de la matrícula es sancionable. El conflicto, lejos de resolverse, sigue en primera línea.