Universidades de Alemania del Este pierden estudiantes por su mala imagen política
La TU Chemnitz registra un déficit millonario por la caída de matriculaciones. El descenso, agravado desde 2015, se atribuye al rechazo de estudiantes occidentales por protestas xenófobas y eventos extremistas. La universidad podría perder 2,2 millones en fondos estatales.
«¿Para qué ir al Este si tengo mi Baviera?»
La TU Chemnitz, considerada la universidad con mejor valoración estudiantil de Alemania, enfrenta aulas vacías. Marvin Buschbeck, estudiante de Matemáticas, asiste a clases casi en solitario: «El trato con los profesores es excepcional, pero el estigma político pesa». Solo el 7% de sus nuevos alumnos proviene del oeste del país, frente al 11% en 2018.
El impacto de la crisis migratoria y el extremismo
Los años críticos (2015 y 2018) coinciden con protestas antiinmigración en Sajonia. Leipzig, incluso, perdió un tercio de estudiantes occidentales. Claudia Maicher, diputada de Los Verdes, advierte: «El declive daña el futuro científico de la región».
Hoy: Menos alumnos, menos dinero
El déficit presupuestario de la TU Chemnitz supera los 2 millones de euros. 21 puestos de trabajo están en riesgo y 25 plazas se congelaron. Mario Steinebach, portavoz de la universidad, reconoce: «No sabemos si los fondos alcanzarán».
Cuando el Este era una opción
Antes de 2015, Sajonia atraía a estudiantes occidentales con alquileres bajos y calidad académica. La ola de protestas de Pegida y los ataques xenófobos en Chemnitz (2018) cambiaron la percepción. Hoy, la demografía local y la falta de alumnos extranjeros agravan la crisis.
Un futuro que depende de los internacionales
Las universidades orientales buscan atraer estudiantes foráneos para compensar la fuga de alemanes occidentales. El 33% del alumnado en Chemnitz ya viene del extranjero, pero no basta. Expertos subrayan que combatir el extremismo y mejorar la oferta cultural son claves para recuperar matrículas.