Galicia se consolida como alternativa al aguacate andaluz
La comunidad gallega ya supera las 14 hectáreas cultivadas. El cambio climático y la escasez hídrica en Andalucía impulsan esta transición. Expertos destacan las condiciones climáticas favorables del norte, aunque advierten riesgos.
«Un nuevo mapa tropical en el noroeste»
Mientras Andalucía enfrenta sequías y temperaturas extremas, Galicia emerge como nueva región productora de aguacate. Según AGACA, cooperativas como Horsal ya apuestan por este cultivo, atraídas por precios altos y demanda creciente. «Es una producción muy interesante», afirma Higinio Mougán, director de la asociación gallega.
Clima favorable pero no exento de riesgos
Investigadores como Iñaki Hormaza (CSIC) señalan que el clima gallego se asemeja más al originario del aguacate que el andaluz. Sin embargo, técnicos como Pablo Porto advierten que «no es un cultivo para lanzarse sin estudio previo», debido a vientos, heladas o suelos encharcables.
Lecciones del norte: el aguacatero centenario de Asturias
Un árbol plantado en 1906 en Porrúa demuestra la viabilidad histórica del cultivo. Emprendedores como Andrés Ibarra (Aguacastur) han identificado miles de ejemplares silvestres en la zona, con hasta cuatro floraciones anuales. La humedad ambiental protege incluso frente a -5º.
De la Axarquía al Cantábrico
La crisis hídrica en Málaga —con acuíferos sobreexplotados y olas de calor— contrasta con las condiciones templadas y lluviosas del norte. Galicia, que ya fue tierra de olivos, podría reescribir su papel agrícola.
Un futuro verde (pero con cautela)
Pese al entusiasmo inicial, la productividad y los desafíos logísticos marcarán el ritmo de esta expansión. El 1% de floración efectiva y los daños por temporales son factores clave. Las cooperativas gallegas avanzan, pero con planes técnicos rigurosos.