Trump presiona para que equipo de fútbol americano recupere nombre polémico
El presidente estadounidense amenaza con usar su influencia política para revertir el cambio de nombre de los «Washington Commanders». El equipo abandonó en 2020 la denominación «Redskins» por presiones de inversores, pero Trump defiende ahora su recuperación como símbolo contra el «wokeismo».
De la opinión a la intimidación
Mientras Barack Obama solo expresó en 2013 su postura personal sobre el término considerado ofensivo para comunidades nativas, Trump utiliza ahora proyectos inmobiliarios federales en Washington D.C. como palanca. «El camino de la intromisión al abuso de poder es más corto que nunca», señala el análisis.
Un patrón recurrente
El mandatario ya prometió durante su campaña usar herramientas presidenciales para «campoñas de venganza». Esta vez, aprovecha que el gobierno federal tiene competencia en el distrito capitalino para presionar al equipo. Sus seguidores valoran su estilo directo, pero críticos alertan sobre el precedente.
Batallas culturales en el campo de juego
El debate sobre el nombre divide a los aficionados desde hace años: unos lo consideran tradición, otros una ofensa racial. En 2020, patrocinadores y la NFL forzaron el cambio ante protestas sociales. Trump, sin embargo, lo enmarca en su lucha contra la «cultura woke».
Cuando el deporte y el poder chocan
Es la primera vez que un presidente intenta revertir activamente una decisión de identidad corporativa en el deporte profesional. Obama y otros líderes habían limitado sus intervenciones a declaraciones personales sin consecuencias prácticas.
Un partido con ramificaciones políticas
La medida podría intensificar las tensiones culturales en EE.UU., donde el deporte ya es campo de batalla ideológico. El resultado dependerá de la resistencia del equipo y la liga, pero marca un nuevo capítulo en el uso político del fútbol americano.