Republicanos amplían recortes fiscales de Trump con un coste de 3,4 billones
El Congreso estadounidense aprueba una megaley que extiende las rebajas impositivas de 2017. La norma, impulsada por el Partido Republicano, incrementa el déficit federal y genera tensiones internas por ajustes en Medicaid y energía limpia. Trump la firmó tras intensas negociaciones.
«Un legado fiscal que pesa en el bolsillo»
La extensión de los recortes fiscales de 2017, la pieza central de la ley, representó el 70% del coste inicial (2,4 billones de dólares). «Era inevitable por su impacto en los ingresos públicos», señaló Andrew Lautz del Bipartisan Policy Center. El Senado añadió 1 billón más al hacer permanentes las rebajas a empresas.
Batallas clave que moldearon el precio
Los republicanos recortaron 50.000 millones en Medicaid, pese a las protestas de legisladores moderados. También eliminaron un «impuesto de represalia» internacional y redujeron subsidios a energías renovables, aunque menos de lo que pedía Trump. La deducción fiscal SALT, clave para estados ricos, se negoció hasta cuadruplicar su límite.
De la discordia a la firma
El proyecto enfrentó divisiones por el coste y prioridades, como los fondos para hospitales rurales. El proceso de reconciliación presupuestaria forzó recortes de 200.000 millones por normas del Senado. Tras semanas de tensiones, la ley se aprobó con el voto decisivo del vicepresidente JD Vance.
Unos recortes que ya venían de lejos
Las rebajas de 2017, orgullo republicano, estaban previstas para expirar en 2025. Su extensión dominó el debate desde el inicio, limitando el margen para reducir el déficit. Los demócratas se opusieron en bloque, criticando el impacto en servicios públicos.
Un billón (y pico) de consecuencias
La ley consolida la política fiscal de Trump con un déficit acumulado de 3,4 billones en 10 años. Beneficia a contribuyentes y empresas, pero reduce ingresos para programas sociales. Su efecto real dependerá de la ejecución y del crecimiento económico.