Primer ministro japonés se aferra al cargo tras derrota electoral
La coalición de gobierno perdió la mayoría en la cámara alta. Shigeru Ishiba insiste en continuar pese al retroceso de su partido, que gobernó Japón casi ininterrumpidamente desde 1995. La inflación y el descontento ciudadano explican el resultado.
«Japón primero»: el voto castigo a la estabilidad
El Partido Liberal Democrático (PLD) y su socio Komeito solo obtuvieron 47 de los 50 escaños necesarios en las elecciones del domingo, según NHK. Ahora controlan 122 de los 248 escaños totales. «Votantes molestos con la inflación optaron por otros partidos», destaca el texto, especialmente por Sanseito, de derecha nacionalista, que ganó 14 bancas.
Un liderazgo en jaque
Ishiba confirmó que se mantendrá en el cargo, pero analistas como Hidehiro Yamamoto (Universidad de Tsukuba) advierten: «Podría ser sustituido, pero no está claro quién lo reemplazaría». El secretario general del PLD, Hiroshi Moriyama, pidió evitar un «vacío político».
El precio del arroz que cambió el mapa político
Japón enfrenta una inflación inédita tras la invasión rusa a Ucrania en 2022. Los precios del arroz se duplicaron, golpeando el presupuesto familiar. Este malestar económico explica el retroceso del PLD, que ya había perdido mayoría en la cámara baja meses atrás.
Con la estabilidad en standby
El PLD gobernó Japón casi sin interrupciones por tres décadas, pero ahora enfrenta su peor crisis en 15 años. La falta de un sucesor claro y la presión social por la economía marcan un escenario incierto, aunque Ishiba resiste.
¿Gobernar en minoría o ceder el poder?
La capacidad del primer ministro para implementar políticas queda debilitada. El texto no menciona plazos, pero subraya que la continuidad de Ishiba depende de negociaciones internas en un PLD acostumbrado a dominar sin contrapesos.