Los Ángeles vive bajo tensión por redadas de ICE ordenadas por Trump
Más de 2.000 detenidos en el sur de California en un mes. La alcaldesa Karen Bass enfrenta la crisis migratoria mientras la comunidad latina reduce su vida pública por miedo. Operativos federales incluyen patrullas móviles y arrestos masivos, pese a una orden judicial que las limita.
«Como prisioneros en nuestra propia ciudad»
Los Ángeles vive una «alerta máxima» tras las redadas de ICE, que han vaciado calles y comercios en barrios latinos. «No salimos con la familia, solo es trabajo y casa», relata Dulce María Caro, gerente de un restaurante en Pico-Union. El gobernador Gavin Newsom comparó el impacto económico con la peor etapa de la pandemia.
Respuesta política y división
Bass, históricamente moderada, ha asumido un rol combativo contra las redadas, denunciando perfiles raciales. Mientras, el gobierno federal defiende las detenciones: «Son narcotraficantes y criminales peligrosos, no vecinos deseables», afirma un portavoz de Seguridad Nacional. Un juez bloqueó temporalmente las patrullas móviles por considerar que usaban criterios como «acento o raza».
Impacto comunitario
La comunidad latina, casi 50% de la población del condado, vive con temor a deportaciones. Asambleístas y activistas describen la situación como «un juego de golpear topos», impredecible y desgastante. Incluso ciudadanos estadounidenses han sido detenidos, según el Los Angeles Times.
De las cenizas a la resistencia
La ciudad aún se recupera de los incendios de enero de 2025, que dejaron a Bass en una posición defensiva. Ahora, la alcaldesa usa su activismo histórico en derechos migrantes para liderar la oposición local. Su postura podría definir su reelección en 2026, aunque «no por cálculo político», según ella.
Un fantasma recorre Los Ángeles
El miedo a nuevas redadas persiste, pese a la retirada parcial de la Guardia Nacional. Trump busca revertir la orden judicial, mientras Bass amplía ayudas para afectados. La incertidumbre marca el día a día en una ciudad donde hasta comprar pan puede ser motivo de sospecha.