Alemania mantiene deportaciones a Siria y Afganistán bajo criterios internacionales
El gobierno alemán afirma que evaluará caso por caso las deportaciones. El ministro de Exteriores Wadephul defiende el cumplimiento de promesas a afganos en riesgo, mientras aplica retornos selectivos basados en normas globales. La medida genera debate sobre protección de refugiados y seguridad.
«Un equilibrio entre derechos y controles migratorios»
El ministro Wadephul señaló que las deportaciones a Siria y Afganistán «no están descartadas de antemano», pero se aplicarán solo si no existe riesgo de tortura o trato inhumano. «La mayoría de hombres pueden vivir en Afganistán sin peligro», afirmó, aunque reconoció la grave situación de las mujeres bajo el régimen talibán.
Compromisos con afganos vulnerables
Berlín mantendrá su promesa de acogida a más de 2000 afganos –especialmente mujeres perseguidas– atrapados en Pakistán. El gobierno suspendió el programa federal de admisión futuro, pero honrará los casos ya comprometidos. Wadephul criticó las «exageraciones» de la oposición sobre este mecanismo.
Reglas claras, controversia persistente
La política se basa en estándares internacionales de asilo, pero organizaciones humanitarias cuestionan su aplicación práctica. El artículo destaca que Alemania deportó a un grupo de afganos el viernes 18 de julio, mientras prepara la llegada de los beneficiarios del programa vigente.
Entre dos fuegos
El debate surge en un contexto de presión migratoria en Europa y críticas a la gestión de refugiados. Alemania busca limitar nuevas admisiones sin incumplir obligaciones previas, en línea con su historial como principal destino de asilo en la UE.
Un camino de decisiones complejas
La postura alemana refleja el desafío de conciliar control fronterizo y derechos humanos. Mientras las deportaciones continúan bajo supervisión estricta, el cumplimiento de las promesas a afganos en riesgo marca un precedente para futuras crisis migratorias.