Solo un tercio de las solicitudes al Fondo de Emergencia para jubilados alemanes fueron aprobadas
El 68% de las peticiones fueron rechazadas, según datos oficiales. La oposición critica las restrictivas condiciones de acceso, especialmente para exciudadanos de la RDA. Solo se desembolsaron 162,5 millones de euros de los 500 millones presupuestados.
«Un balde de agua fría para los más necesitados»
De las 180.000 solicitudes esperadas, solo 57.000 recibieron ayuda, mientras que 94.700 fueron denegadas. La mayoría de los beneficiarios fueron refugiados judíos de la ex Unión Soviética (38.500) y repatriados étnicos (15.800), frente a solo 2.700 exciudadanos de la RDA. Los 337,5 millones no utilizados revertirán al presupuesto federal.
Barreras criticadas
La diputada Monika Hohmann (La Izquierda) denunció que «los requisitos eran demasiado altos», excluyendo a quienes tenían pensiones ligeramente superiores al mínimo. El fondo, creado en 2023, ofrecía pagos únicos de 2.500 euros (5.000 en algunos estados) a grupos específicos, incluyendo trabajadores de empresas estatales de la RDA y mujeres divorciadas en ese período.
Herencia de dos sistemas
El debate surge por las pensiones no reconocidas tras la reunificación alemana en 1991, como las de ex empleados de Reichsbahn o correos, o las de mujeres divorciadas en la RDA sin compensación económica. Estos casos representan solo el 4,7% de las ayudas aprobadas.
Un alivio que se queda corto
La polémica evidencia las disparidades en el sistema de pensiones alemán. Pese al objetivo inicial de compensar desigualdades históricas, el fondo benefició mayoritariamente a otros grupos, dejando en segundo plano a los afectados por la transición post-RDA.