Uno de cada tres españoles no puede permitirse vacaciones en 2025
El 33,4% de la población renuncia al descanso estival por dificultades económicas. Los datos del INE revelan que el empleo ya no garantiza bienestar, con especial impacto en inquilinos y jóvenes. La vivienda devora gran parte de los ingresos, según la EAPN.
«Trabajar ya no es sinónimo de descanso»
La Encuesta de Condiciones de Vida del INE muestra que uno de cada tres españoles no puede costear una semana de vacaciones, un indicador básico de bienestar en Europa. «El salario mínimo subió un 54% desde 2018, pero muchos siguen sin llegar a fin de mes», destaca el informe. La hostelería concentra casos extremos, con trabajadores sin vacaciones desde hace una década.
La brecha de la vivienda
El régimen de tenencia agrava la situación: el 43,4% de los inquilinos y el 48,7% de los beneficiarios de alquiler social renuncian a viajar, frente al 28,4% de los propietarios. Carlos Sucías (EAPN) advierte que «la presión financiera genera aislamiento y desconexión emocional». Los jóvenes (36,7%) y familias monoparentales (47,8%) son los más afectados.
Consecuencias emocionales
El psicólogo Adrián Navalón señala ansiedad, culpa y estrés crónico entre quienes no descansan. Empleadas del hogar y camareros acumulan «agotamiento y desmotivación», según testimonios recogidos por El País. España supera la media europea (18% frente al 15% de la UE en 2023).
Un verano sin salir de casa
El turismo, pilar económico español, contrasta con 5,5 millones de trabajadores que pasarán el verano sin ocio fuera de su hogar, según el Instituto Sindical Europeo. Expertos reclaman replantear las vacaciones como «derecho fundamental, no lujo».
El precio de no desconectar
La imposibilidad de descansar evidencia desigualdades estructurales, con repercusiones en productividad y salud mental. La solución, según analistas, requiere abordar tanto salarios como el coste de vida desbocado.