Costes de la red eléctrica en Alemania se duplican desde 2015
Los precios para los consumidores pasaron de 6,59 a 11,62 céntimos por kWh. La líder del BSW, Sahra Wagenknecht, denuncia «fracaso político» y exige eliminar estos cargos. El aumento se vincula al despliegue de energías renovables.
«Inaceptable»: la factura se dispara por la transición energética
Los costes de operar las redes eléctricas en Alemania ascendieron a 33.000 millones de euros en 2025, frente a los 15.900 millones de 2015, según la Agencia Federal de Redes (BNetzA). La causa principal es la Energiewende: la expansión de renovables exigió modernizar infraestructuras y gestionar flujos más complejos. Los hogares pagan ahora casi el doble por kilovatio hora.
Wagenknecht carga contra la «estafa»
La presidenta del partido BSW calificó el alza de «inadmisible» y responsabilizó a las políticas gubernamentales de situar a Alemania entre los países con electricidad más cara. Propone suprimir los cargos a consumidores y nacionalizar las redes, además de reducir impuestos. «Sin cambios, los precios seguirán altos», advirtió.
Renovables con coste añadido
El incremento refleja los desafíos técnicos y financieros de la transición verde. Aunque las energías limpias ganaron peso, requirieron inversiones en adaptación de redes y sistemas de balance. Esto tensiona los precios finales, reavivando el debate sobre cómo distribuir los costes entre usuarios, empresas y Estado.
Un decenio de transformación energética
Desde 2015, Alemania aceleró el abandono de combustibles fósiles, priorizando eólica y solar. Sin embargo, la falta de previsión en financiar infraestructuras derivó en sobrecostes transferidos a los consumidores, según críticos. La BNetzA solo regula a los grandes operadores, dejando fuera a proveedores menores.
El precio de la descarbonización
La discusión sobre las tarifas evidencia el equilibrio pendiente entre objetivos climáticos y asequibilidad. Mientras la industria pide certidumbre, los hogares enfrentan facturas crecientes, poniendo en jaque el consenso social sobre la transición energética.