Clima amenaza más a industria alemana que costes energéticos
Extremweather ya causa pérdidas millonarias en cadenas de suministro. Analista Marcel Fratzscher alerta que el cambio climático, no la transición verde, es el mayor riesgo económico. Datos muestran impactos en productividad e infraestructuras.
«El Rin bajo y las fábricas paradas»
La columna de Fratzscher revela que las sequías redujeron un 80% el transporte fluvial en 2018, costando 250 millones solo a BASF. «Eventos como las inundaciones del Ahrtal (2021) generaron daños por 33.000 millones», subraya el texto. La industria alemana, dependiente de cadenas justo a tiempo, sufre interrupciones crecientes.
Pérdidas que escalan
Según el GDV, los daños climáticos aumentan un 4-5% anual desde 2000. El calor extremo en 2022 causó 8.000 muertes y mermó la productividad laboral un 10%. El Ministerio de Trabajo estima 3 millones de jornadas perdidas al año por altas temperaturas, con un coste de 7.000 millones anuales (Agencia Europea de Medio Ambiente).
Cosechas y cuentas públicas en peligro
La agricultura alemana perdió hasta 25% de rendimiento en cultivos clave durante sequías recientes, según el Thünen-Institut. El Bauernverband cifró los daños en 3.600 millones en 2022. Sin medidas, el Umweltbundesamt proyecta pérdidas anuales de 20.000-30.000 millones para 2050 por degradación de suelos.
Inversiones bajo sospecha
El 64% de empresas europeas (EIB) ya reportan pérdidas climáticas. En Alemania, 40% de industriales (DIHK) consideran deslocalizar, no solo por energía cara, sino por falta de resiliencia climática. «La incertidumbre frena decisiones», advierte el análisis.
Cuando el clima dicta la economía
Alemania acumula evidencias desde 2018: bajos históricos en el Rin, récords de calor y lluvias torrenciales. La industria, responsable del 22% del PIB, enfrenta riesgos sistémicos. El debate político sigue centrado en burocracia y precios energéticos, pese a que cada euro en prevención ahorra siete en reparaciones, según estudios citados.
Adaptarse o pagar el precio
Fratzscher urge priorizar infraestructuras climáticamente resilientes con el fondo de 500.000 millones del gobierno. La columna concluye que la transición ecológica no es un gasto, sino «una estrategia de supervivencia económica». Retrasarla agravaría costes y pondría en jaque el modelo industrial alemán.