Krankenkassen alemanas exigen al Estado cubrir costes del subsidio social
Las aseguradoras públicas reclaman 10.000 millones anuales por cubrir a beneficiarios del Bürgergeld. El GKV advierte de un desequilibrio estructural entre ingresos y gastos sanitarios. La ministra de Salud alemana busca soluciones, pero el sector critica la falta de prioridad política.
«El contribuyente no debe financiar lo que corresponde al Estado»
El GKV-Spitzenverband, que agrupa a las aseguradoras públicas alemanas, exige al gobierno federal que asuma los costes sanitarios de los perceptores del Bürgergeld (subsidio de desempleo). «Legalmente es una obligación estatal, pero hoy lo pagamos nosotros», declaró Oliver Blatt, director del GKV. Los fondos destinados a este fin alcanzan los 10.000 millones de euros anuales, monto que no es reembolsado.
Una crisis estructural
Las arcas del GKV enfrentan un crecimiento del 8% en gastos frente a ingresos que solo suben un 5,6%. Blatt atribuye este déficit al envejecimiento poblacional, avances médicos y mayores prestaciones sociales. «La brecha es insostenible», alertó, descartando recortes en servicios o fusiones forzosas entre aseguradoras.
Deudas pendientes
Además, 5.000 millones en gastos pandémicos siguen sin reembolso, según el GKV. Blatt reconoció los esfuerzos de la ministra Nina Warken (CDU), pero lamentó que la salud «no sea un tema prioritario» para el gobierno.
Un sistema bajo presión
Alemania acumula una década de reformas pospuestas en financiación sanitaria. El número de aseguradoras se redujo de 490 a 95 desde 2010, pero persisten los problemas de fondo. El GKV insiste en que los costes administrativos (4%) no explican el déficit y aboga por un modelo mixto en pensiones: solidaridad pública complementada con ahorro privado.
Sin margen para más recortes
La viabilidad del sistema depende de una reforma fiscal que redistribya responsabilidades entre Estado y aseguradoras. Mientras, el GKV advierte que la falta de acción agravará la crisis, afectando a 75 millones de asegurados.