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El apellido Expósito: historia y estigma en España

El apellido Expósito, usado para identificar a niños abandonados, persiste hoy en miles de familias españolas como legado de un estigma social histórico.
xataka.com

El apellido Expósito marcó durante siglos a los abandonados en España

34.084 personas llevan hoy este apellido como primer nombre. Procede del latín «expositus» y se usaba para identificar a niños sin padres conocidos. Su uso persistió hasta el siglo XX como estigma social, según registros históricos y datos del INE.

«Una etiqueta que pregona orígenes inciertos»

La genealogista Mireia Nieto explica que Expósito «señalaba tanto a la persona como a sus descendientes». En orfanatos e instituciones se asignaba junto a otros como «Incógnito» o «Diosdado». La historiadora Lola Valverde lo define como «un condenado por la sociedad», reflejando el estigma asociado al abandono.

De Roma a los orfanatos

El sistema de apellidos evolucionó desde la «tria nomina» romana hasta la norma actual. En España, el cardenal Cisneros impulsó en el siglo XVI el uso de dos apellidos. Para niños sin familia, se recurría a términos como Expósito (del latín «exponer»), vinculado a abandonos por pobreza o ilegitimidad.

Un legado que perdura

Según el INE, 37.332 personas lo usan como segundo apellido y 382 como «Expósito Expósito». Su distribución es mayor en Lugo, Badajoz y Andalucía. El Reglamento del Registro Civil de 1958 aún permitía cambiarlo por ser «indicador de origen desconocido».

Del estigma a la normalización

Aunque ya no implica abandono, el apellido conserva su carga histórica. Su persistencia muestra cómo las prácticas institucionales del pasado dejaron huella en la identidad de miles de familias, pese a que hoy carezca del mismo significado social.

Un apellido con historia

Lo que fue un marcador de exclusión durante siglos hoy es parte del diverso patrimonio onomástico español, con decenas de miles de portadores que desconocen, en muchos casos, su origen vinculado a la beneficencia y el Antiguo Régimen.