Un polaco convierte su Mazda RX-7 en un coche diésel con motor BMW
Arnold, un entusiasta polaco, ha sustituido el emblemático motor rotativo del deportivo japonés por un propulsor diésel de BMW. La modificación, realizada para crear un vehículo «impactante y barato», ha generado división entre los puristas del automóvil. El proyecto se presentó en un vídeo del canal Nightride en YouTube.
«Quería un coche controvertido y lo conseguí»
Arnold adquirió hace dos años un chasis de Mazda RX-7 sin motor ni interior. Tras restaurar la estética inspirada en el «touge» japonés, optó por instalar un motor diésel de seis cilindros de un BMW Serie 5 E39. «Ningún otro motor era tan económico y fiable», justifica. El cambio ha elevado la potencia a 270 CV y permite su uso en drift y conducción diaria.
Reacción de los puristas
El Mazda RX-7 es un icono de los años 90, famoso por su motor rotativo biturbo de 280 CV y su participación en películas como «Fast & Furious». La decisión de Arnold ha provocado críticas, aunque él admite: «Me gustaba enfadar a la gente». Pese a ello, destaca que el coche sigue atrayendo miradas.
De drift a coche diario
El proyecto, inicialmente concebido como un vehículo económico para drift, derivó en una construcción más detallada. Arnold adaptó un diferencial trasero de BMW y mejoró el rendimiento. Aunque mantiene su uso en derrapes, ahora también circula en carreteras convencionales. «Algunos lo aman y otros lo odian», concluye.
Un icono reinventado
El Mazda RX-7 es un símbolo de la cultura automovilística japonesa, vinculado a videojuegos como «Gran Turismo» y al cine. Su motor rotativo y diseño lo hicieron legendario, lo que contrasta con esta inusual modificación diésel.
Un RX-7 que ya no suena igual
La transformación priorizó coste y practicidad sobre la esencia original del coche. Aunque el resultado es funcional, la ausencia del sonido característico del motor rotativo marca una diferencia notable para los seguidores del modelo.