Encuestas electorales muestran empate técnico a 28 días de los comicios
Doria Medina y Quiroga lideran intenciones de voto con un 6.2% de crecimiento para el outsider Jaime Dunn. Las elecciones generales del 15 de agosto podrían marcar el fin de un ciclo político iniciado en 1982. Los sondeos de UNITEL y El Deber revelan polarización y desgaste de la izquierda.
«Dos empates técnicos y un outsider disruptivo»
Las encuestas de CIES Mori (UNITEL) y SPIE Consulting (El Deber), con margen de error del ±2.2%, sitúan a Doria Medina y Quiroga empatados en el primer lugar, seguidos por Rodríguez y Reyes Villa. Jaime Dunn, inhabilitado pero con campaña en ascenso, alcanza el 6.2% aprovechando el descontento con los candidatos tradicionales.
Geografía del voto
Doria Medina lidera en La Paz, Tarija, Beni y Pando; Quiroga domina en Santa Cruz, Chuquisaca, Oruro y Potosí; Reyes Villa solo prevalece en Cochabamba. Rodríguez no encabeza en ningún departamento, reflejando el desgaste del oficialismo.
«Por qué los favoritos no despegan»
La familiaridad con los candidatos tradicionales juega en su contra: Doria Medina y Quiroga participan en la política desde 1989, con programas similares. La izquierda (Rodríguez, Del Castillo, Copa) arrastra el «descrédito del dicenio Morales + Arce», agravado por la falta de apoyo explícito de Evo Morales.
Factores clave
El voto joven se inclina hacia Dunn, mientras el «supuesto voto duro evista» pierde fuerza. Las campañas en medios aún no arrancan oficialmente, y apoyos como el del empresario Claure podrían cambiar el panorama.
El fin de una era
Las elecciones marcarían el ocaso de los movimientos nacionalistas (izquierda, derecha y neomarxistas) y el agotamiento de «consignas fracasadas». El electorado exige gestión basada en consensos, rechazando el Estado hipertrofiado y el populismo centralista.
Bolivia después del 15 de agosto
La segunda vuelta probablemente enfrentará a Doria Medina y Quiroga. El resultado definirá si el país supera «las recetas gastadas» y avanza hacia un modelo menos ideologizado. Analistas anticipan que para 2030 emergerán nuevos liderazgos juveniles, alejados del caudillismo tradicional.