El 59% de jóvenes españoles entre 25 y 29 años consume ansiolíticos
El 42% de la población ha tomado benzodiacepinas en los últimos cinco años. Nombres como lorazepam o alprazolam se normalizan en el vocabulario cotidiano. Expertos alertan de su uso indiscriminado y la falta de alternativas terapéuticas en el sistema público.
«Una generación ansiosa con receta médica»
Según datos del Consejo General de la Psicología de España y la OCU, el 59% de los jóvenes de 25 a 29 años ha consumido ansiolíticos. «Estamos viendo jóvenes con poca capacidad para gestionar la frustración», explica la psicóloga Alejandra de Pedro. El estrés laboral, la precariedad y las secuelas del confinamiento impulsan esta tendencia.
El sistema sanitario, colapsado
El doctor Luis Gimeno, médico de familia en Zaragoza, señala que «la falta de personal lleva al recurso fácil: la receta rápida». El 65% de los consumidores toma benzodiacepinas desde hace más de seis meses, y el 40% desea dejarlas, pero carece de apoyo psicológico.
Mujeres y vulnerabilidad social
Las mujeres consumen entre 1,5 y 3 veces más ansiolíticos que los hombres, según INFOCOP. El 19% tiene al menos un envase en casa. El informe revela que a mayor vulnerabilidad (desempleo, bajos ingresos), mayor consumo.
De la pastilla al problema de fondo
El psicólogo Fernando Azor advierte: «Tomar una pastilla refuerza la idea de que la ansiedad es inaceptable». La hiperconectividad y la autoexigencia agravan el malestar. Aunque ha crecido la conciencia sobre salud mental, persiste el estigma y la búsqueda de soluciones instantáneas.
Un malestar con receta
España enfrenta una normalización del consumo de ansiolíticos sin diagnóstico base, impulsado por un sistema sanitario sobresaturado. El patrón se repite: problemas sociales tratados con fármacos, falta de terapia accesible y dependencia farmacológica.
Calmar no es curar
Los expertos coinciden: la medicación sin abordaje terapéutico solo aplaza el problema. Mientras no se invierta en atención psicológica pública y educación emocional, el ansiolítico seguirá siendo un parche, no una solución.