Larry Ellison supera a Zuckerberg como segunda fortuna mundial
El fundador de Oracle alcanza 291.600 millones de dólares gracias al auge de la IA. Su empresa provee infraestructura clave para el desarrollo de inteligencia artificial, impulsando un aumento del 52% en sus beneficios. El cambio se oficializó el 18 de julio de 2025.
El milagro tecnológico que catapultó a Ellison
Larry Ellison, cofundador de Oracle, desbancó a Mark Zuckerberg (241.300 millones) y Jeff Bezos (237.400 millones) tras una revalorización del 5,7% en las acciones de su compañía. Oracle se ha posicionado como proveedor esencial de infraestructura en la nube para IA, similar al rol de NVIDIA en hardware. El gobierno estadounidense alivió restricciones a exportaciones de chips a China, lo que benefició sus resultados.
Acuerdos estratégicos y dominio del mercado
El proyecto Stargate con OpenAI ejemplifica su influencia: la empresa alquilará 4,5 gigavatios de capacidad en centros de datos de Oracle para entrenar ChatGPT. «2026 será un año decisivo», declaró Ellison, anticipando más inversiones en IA.
De cuarto a segundo en un abrir y cerrar de ojos
Hasta hace semanas, Ellison ocupaba el cuarto puesto en el ranking de Forbes, detrás de Elon Musk (412.800 millones), Zuckerberg y Bezos. Controla el 40% de Oracle, cuyo valor representa el 80% de su fortuna. El resto proviene de inversiones en Tesla (1,5% de acciones hasta 2022) y propiedades de lujo.
Cuando la nube se convierte en oro
Oracle invirtió décadas en infraestructura en la nube antes del boom de la IA. Desde el lanzamiento de ChatGPT en 2022, su dominio no ha dejado de crecer, atrayendo a gigantes tecnológicos como clientes. Los analistas destacan que su modelo de negocio es ahora «el hogar donde se desarrolla la IA».
Un paso más cerca del trono
El ascenso de Ellison refleja el poder de la inteligencia artificial en la economía global. Aunque aún le separan 121.200 millones de Musk, su estrategia centrada en infraestructura cloud lo consolida como actor clave en la revolución tecnológica. El ciudadano observa cómo estas dinámicas redefinen el mapa de poder empresarial.