Indígenas de Pando denuncian minería ilegal en Madre de Dios

34 comunidades indígenas exigen paralizar la minería ilegal en el río Madre de Dios por contaminación con mercurio y violación de consulta previa.
Agencia de Noticias Fides - Bolivia

Indígenas de Pando denuncian minería ilegal en el río Madre de Dios

34 comunidades exigen paralizar operaciones por contaminación con mercurio. Presentaron una acción legal ante el juzgado agroambiental del SENA. Denuncian que las empresas actúan sin consulta previa desde 2021.

«Nos envenenan y destruyen nuestro río»

Javier Fernández, presidente de la CIPOAP, afirmó que las empresas mineras legales e ilegales operan en el río Madre de Dios «sin consulta previa, violando la Constitución». El martes, las comunidades entregaron al Gobierno sus planes de vida, donde exigen el respeto a sus territorios. Anaisa Merelis, de la CIMAP, alertó que «el mercurio ha reducido los peces, nuestra principal fuente de alimento».

Acción legal y reclamos

Las comunidades presentaron una acción preventiva ambiental para frenar las operaciones mineras. Fernández detalló que el daño comenzó en 2021, afectando a pueblos Machinieri, Yaminahua y otros. La contaminación impacta en el agua, la fauna y la subsistencia indígena.

Un río en peligro

El Madre de Dios, vital para 34 comunidades, sufre contaminación por mercurio usado en la minería. Merelis destacó que la intoxicación ha diezmado la pesca, clave en su dieta. Las balsas mineras operan en la zona pese a reclamos anteriores.

Historia de un conflicto silenciado

Desde 2021, comunidades indígenas denuncian la invasión minera en sus territorios sin cumplir el requisito de consulta previa, establecido en la Constitución boliviana. El TIM II, hogar de seis pueblos originarios, ha visto agravarse la contaminación en los últimos cuatro años.

El futuro del Madre de Dios pende de un hilo

La resolución de la acción legal y la respuesta del Gobierno a los planes de vida marcarán el destino de las comunidades. La minería ilegal sigue siendo una amenaza para la Amazonía boliviana, mientras los indígenas exigen justicia ambiental.