Bolsonaro es trasladado a la Policía Federal para colocarle una tobillera electrónica
El expresidente brasileño cumple medidas cautelares ordenadas por la Corte Suprema. La acción judicial responde a sospechas de obstrucción y posible fuga. Trump presiona para detener el proceso, que investiga un supuesto intento de golpe de Estado.
«Tobillera electrónica y restricciones para el expresidente»
Jair Bolsonaro fue conducido este viernes a la sede de la Policía Federal en Brasilia para la colocación de una tobillera electrónica, tras el registro de su residencia. La Corte Suprema ordenó estas medidas dentro del juicio por golpismo, donde se le acusa de liderar un complot tras su derrota electoral en 2022.
Medidas cautelares y sospechas
Además de la tobillera, Bolsonaro tiene prohibido acercarse a embajadas, comunicarse con diplomáticos y usar redes sociales. La Fiscalía sospecha que podría «obstruir la acción judicial o planificar una fuga». Estas decisiones se toman mientras el expresidente mantiene una postura crítica contra el proceso.
Presión internacional de Trump
El presidente estadounidense Donald Trump calificó el juicio como «caza de brujas» y anunció un arancel del 50% a importaciones brasileñas, citando la «persecución» a Bolsonaro. Eduardo Bolsonaro, hijo del exmandatario, lobby en EE.UU. para sancionar a los jueces involucrados, alegando una «dictadura» en Brasil.
Un juicio que divide a Brasil y al exterior
El caso se centra en las acusaciones de que Bolsonaro conspiró con exministros y militares para mantenerse en el poder tras perder las elecciones frente a Lula da Silva. Trump, en una carta, pidió el fin del «régimen de censura» y respaldó públicamente al líder ultraderechista.
De las urnas a los tribunales
El proceso judicial surge tras la polarización política en Brasil, donde Bolsonaro cuestionó sin pruebas el sistema electoral. Su base más radical llegó a invadir sedes gubernamentales en 2023, en hechos vinculados al supuesto plan golpista.
Un pulso entre la Justicia y la política
Las medidas cautelares buscan garantizar el desarrollo del juicio, mientras la presión internacional añade complejidad. El impacto en las relaciones Brasil-EE.UU. y la imagen de la democracia brasileña sigue en juego.