España limita el acceso de coches diésel con pegatina B en zonas urbanas
Solo Segovia, Madrid y Barcelona aplican restricciones significativas. La normativa de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) para ciudades de más de 50.000 habitantes genera confusión por su aplicación dispar. La mayoría de municipios evita prohibiciones drásticas a vehículos con etiqueta B, pese a su antigüedad.
«Restricciones suaves y excepciones sorprendentes»
La Dirección General de Tráfico (DGT) define los coches con pegatina B como diésel matriculados entre 2006-2014 y gasolina entre 2000-2006. Aunque la normativa discrimina por años, no por emisiones reales, lo que ha generado polémica. «Los diésel con pegatina B tienen menos años que los gasolina, pero enfrentan más limitaciones», señala el texto.
¿Dónde se aplican las restricciones?
Segovia, Madrid y Barcelona son las únicas ciudades con restricciones activas para estos vehículos. En Madrid, deben aparcar en parkings públicos o privados en el Distrito Centro. Barcelona permite su circulación, pero la Generalitat planea restricciones en 2026 durante episodios de alta contaminación. Salamanca limita el acceso a su casco histórico (0,37 km²) en horarios específicos.
Ciudades con ZBE simbólicas
Bilbao, Estepona y Getafe exigen estacionar en aparcamientos, pero permiten el acceso. San Sebastián será la más restrictiva: prohibirá totalmente los coches con pegatina B desde 2028. Málaga pospondrá las limitaciones hasta 2028, manteniendo excepciones similares.
La paradoja de las ZBE sin restricciones
La ley obliga a crear ZBE desde 2023, pero no define su alcance. Esto ha llevado a casos como Ciudad Real, donde la ZBE permitirá el acceso a todos los vehículos, incluso sin etiqueta. Muchos ayuntamientos evitan medidas impopulares, alegando falta de directrices claras.
Diésel vs. gasolina: una batalla desigual
Los coches diésel con pegatina B (10-19 años) enfrentan más límites que los gasolina (19-25 años), pese a compartir clasificación. «Las futuras prohibiciones afectarán primero a diésel más modernos», advierte el análisis. En 2028, estos tendrán 14 años, mientras los gasolina superarán los 22.
Mucho ruido y pocas nueces
Pese a la alarma en redes y medios, la mayoría de ZBE son pequeñas o permiten excepciones. Solo un puñado de ciudades aplicará restricciones duras, y en plazos lejanos. El impacto real para los conductores sigue siendo limitado.