China acusa a espías extranjeros de intentar robar tierras raras
Agentes intentaron evadir controles ocultando metales en juguetes y botellas. Según Pekín, los servicios de inteligencia colaboraron con redes criminales para el contrabando. Ocurrió antes de las restricciones de exportación vigentes desde 2023.
«Metales camuflados en paquetes postales»
La seguridad china denunció que espías extranjeros instruyeron a cómplices locales para falsificar declaraciones de envíos. Los minerales estratégicos se escondían en productos cotidianos como «muñecas de plástico o botellas de agua», según el comunicado oficial. No se identificó a los países involucrados ni las fechas exactas de los incidentes.
Medidas de control reforzado
China ya exigía desde 2023 licencias especiales para exportar tierras raras, usadas en tecnología militar y civil. Las reglas aumentaron los precios globales de estos insumos clave para fabricar smartphones, vehículos eléctricos y turbinas eólicas.
Un recurso con dueño claro
China produce el 60% de las tierras raras mundiales, aunque Rusia tiene las mayores reservas. El país asiático también restringió en octubre de 2023 la exportación de grafito para baterías y reguló tecnologías de procesamiento de litio. Toda transferencia comercial de estos conocimientos ahora requiere aprobación gubernamental.
Cuando la geopolítica pesa más que la geología
Las tensiones comerciales con EE.UU. aceleraron las restricciones chinas. Pekín justifica los controles citando «usos duales» (civiles/militares) de estos materiales. La extracción de tierras raras genera además residuos tóxicos, lo que limita su producción en países con regulaciones ambientales estrictas como Alemania.
Un mercado bajo llave
El caso revela la creciente militarización del comercio de recursos estratégicos. Mientras China consolida su monopolio, industrias globales dependen de un suministro cada vez más regulado y costoso.