Quito sufre su peor crisis de agua con cortes hasta por 10 días
400.000 personas afectadas por rotura de tubería en seis parroquias. La capital ecuatoriana enfrenta desabastecimiento desde el 9 de julio. Vecinos recolectan agua no potable mientras autoridades instalan cisternas y plantas móviles.
«Baldes y desesperación: la lucha diaria por el agua»
Seis parroquias del sur de Quito llevan cinco días sin servicio estable tras el colapso de 350 metros de tubería en la Reserva Antisana. «Cocinar o lavar es imposible», reportan vecinos que dependen de camiones cisterna o vertientes contaminadas. El Municipio asegura que la reparación avanzó un 80% y estaría lista este fin de semana.
Salud y economía familiar en riesgo
Medios locales documentan casos de intoxicación por consumir agua no tratada. Familias gastan en transporte para buscar líquido o dejan de trabajar para conseguirlo. «Tres baldes no alcanzan para familias grandes», reclaman afectados en zonas alejadas de los puntos de abastecimiento.
Gobierno y Municipio: choque de responsabilidades
El presidente Daniel Noboa delegó en la vicepresidenta María José Pinto la coordinación de la emergencia. El COE Nacional instaló tres plantas potabilizadoras con capacidad para 90.000 litros diarios. Mientras, el alcalde Pabel Muñoz denunció «politización» tras críticas del Ejecutivo por su gestión.
Un sistema frágil ante la naturaleza
El deslizamiento en Antisana, causado por lluvias intensas, evidenció la vulnerabilidad de la infraestructura hídrica quiteña. La tubería dañada es clave para el Sistema Mica Quito Sur, que abastece a casi medio millón de personas.
La esperanza llega en cisternas
Aunque las reparaciones avanzan, el suministro regular podría demorar. Las autoridades mantendrán los tanqueros y puntos de emergencia hasta restablecer el servicio total. La población deberá seguir racionando agua mientras persista la crisis.