UE responsabiliza a unidad rusa de interferencias en el Báltico
La UE impone sanciones a 9 personas y 6 entidades rusas por ataques electrónicos que afectan a la navegación aérea y marítima. Las medidas apuntan a un centro militar en Kaliningrado, activo desde 2022.
«Oscureciendo el cielo del Báltico»
La Unión Europea atribuye formalmente por primera vez las interferencias de GPS y radio («jamming») al 841º Centro de Guerra Electrónica de la Flota del Báltico. El comandante Vitaly Kulikov y el general Yuri Lastochkin figuran entre los sancionados, según el texto oficial.
Impacto en la seguridad
Los sistemas rusos alteran comunicaciones en un radio de 5.000 km, incluyendo el envío de señales falsas («spoofing»). La UE advierte que esto «pone en riesgo el tráfico aéreo y marítimo», especialmente en países bálticos.
Estrategia militar rusa
Lastochkin declaró en 2018 que la guerra electrónica «decidirá el destino de las operaciones militares». Sus unidades buscan «desorganizar el mando enemigo» y neutralizar la ventaja occidental en sistemas de precisión.
De Kaliningrado al conflicto global
Rusia despliega sistemas como Murmansk –con antenas de 32 metros– desde su enclave en Kaliningrado y San Petersburgo. 47 personas y 15 entidades rusas acumulan ya sanciones de la UE por desestabilización.
Cierre: Un nuevo frente en la tensión Este-Oeste
Las sanciones, aunque simbólicas, marcan un precedente al identificar responsables concretos de ataques electrónicos. La guerra híbrida se expande al espectro electromagnético, con efectos directos en la seguridad civil europea.