UE y China enfrentan tensiones antes de cumbre en Pekín
Las relaciones bilaterales atraviesan su peor momento en 50 años. El encuentro del 24 de julio reducirá su duración y abordará temas divergentes: Bruselas prioriza el déficit comercial y el apoyo chino a Rusia, mientras Pekín centra el diálogo en clima.
«Un éxito será simplemente que se reúnan»
La atmósfera previa al encuentro es «descrita como mala por los conocedores», según la FAZ. Pekín canceló un día de agenda y no hay consenso sobre los temas clave. La UE busca alinearse con EE.UU., mientras China ve a Europa como «un apéndice en su conflicto sistémico con Washington».
Agendas en conflicto
Bruselas exigirá explicaciones por el déficit comercial récord y el respaldo chino a la guerra rusa en Ucrania. Pekín, en cambio, limitará el diálogo a cooperación climática, evitando fricciones geopolíticas. La canciller Kaja Kallas ya advirtió en julio sobre «la profundización de las divergencias».
Medio siglo de relaciones en crisis
En 2025 se cumplen 50 años del establecimiento de vínculos diplomáticos entre China y la entonces Comunidad Europea. Sin embargo, la desconfianza mutua marcada por la guerra en Ucrania y las tensiones comerciales ha llevado la relación a su punto más bajo, con sanciones europeas a productos chinos y restricciones de Pekín a metales raros.
Un diálogo que ya es victoria
El mero hecho de celebrar la cumbre refleja la voluntad de evitar una ruptura total, aunque sin expectativas de avances concretos. La UE mantendrá su postura crítica, mientras China priorizará proteger sus intereses estratégicos en un escenario global polarizado.