TSE advierte riesgos en elecciones por uso político de la justicia

El Tribunal Supremo Electoral alerta sobre el uso de demandas judiciales para afectar el proceso electoral, mientras coordina con municipios para garantizar comicios seguros.
El Deber

TSE advierte riesgos en elecciones por instrumentalización de la justicia

El vocal Francisco Vargas calificó como «anecdótico» el uso de acciones judiciales contra el proceso. A un mes de los comicios, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) coordina con municipios para garantizar votaciones seguras. Una nueva demanda judicial busca inhabilitar candidatos.

«La justicia como herramienta política»

El vocal del TSE, Francisco Vargas, afirmó en El Deber Radio que «todo proceso electoral tiene riesgos», destacando la «instrumentalización de la justicia» como una práctica recurrente. «Hemos vivido acciones que intentaron proscribir al Órgano Electoral», señaló. La última demanda, presentada por Marlene Sierra Terán, cuestiona la habilitación de candidatos con más de dos mandatos.

Audiencia clave en Beni

La sala constitucional de Beni fijó para el próximo lunes la audiencia del caso. Vargas espera que «no genere desorden», pero reconoció que «los discursos de odio y las acciones judiciales son amenazas». El TSE activó mecanismos de coordinación con alcaldías para asegurar los recintos electorales.

Un proceso bajo presión

Esta es la sexta demanda con argumentos similares, ninguna prosperó. Sectores afines al expresidente Evo Morales han intensificado «advertencias verbales y judiciales» contra las elecciones. El TSE prioriza la persuasión y el consenso para evitar conflictos.

Elecciones en la cuerda floja

Bolivia enfrenta un escenario polarizado, con intentos recurrentes de judicializar el proceso electoral. El TSE busca neutralizar estas acciones mientras prepara logística para los comicios del 17 de agosto.

El desafío de votar en paz

La credibilidad del proceso dependerá de la capacidad del TSE para blindarse ante demandas y garantizar condiciones mínimas. Los ciudadanos enfrentan un clima de incertidumbre, marcado por tensiones políticas y recursos legales.