Trump rechaza a seguidores obsesionados con el caso Epstein
El expresidente estadounidense acusa a parte de su base de «hacer el trabajo de los demócratas». La polémica surge tras la decisión del Departamento de Justicia de retener documentos sobre el financiero fallecido. Trump vinculó el caso con la investigación por colusión rusa de 2016.
«No quiero su apoyo»: la ruptura con los conspiranoicos
Donald Trump atacó este miércoles a sectores de su movimiento MAGA, tachando de «débiles» a quienes exigen la liberación de archivos sobre Jeffrey Epstein. «Han mordido el anzuelo de esta ‘mierda'», escribió en Truth Social, alegando que la obsesión con el caso perjudica su narrativa de éxito presidencial.
La chispa que encendió la polémica
Un memorándum del Departamento de Justicia que descartó un «listado de clientes» de Epstein y confirmó su suicidio en 2019 dividió a los conservadores. Figuras cercanas a Trump, como la fiscal general Pam Bondi y el director del FBI Kash Patel, habían alimentado teorías sobre supuestas revelaciones explosivas.
Reacciones en cadena
Influencers como Megyn Kelly y Lara Trump exigieron transparencia, mientras el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, pidió la desclasificación total de los documentos. Trump, sin embargo, defendió a Bondi: «Ha hecho un muy buen trabajo», afirmó en la Casa Blanca.
De Rusia a Epstein: el manual de las «farsas»
Trump equiparó el caso Epstein con la investigación por colusión rusa, llamando a ambos «estafas demócratas». La estrategia busca consolidar entre sus seguidores la idea de que son maniobras políticas coordinadas.
Un fantasma que no deja de perseguir al MAGA
Epstein, condenado en 2008 por prostitución infantil y acusado de tráfico sexual antes de su muerte, sigue generando controversia. El informe oficial que cerró el caso sin hallar pruebas de asesinato o una red de cómplices frustró a los teóricos de la conspiración dentro del entorno trumpista.
¿Hasta dónde llegará el distanciamiento?
Las declaraciones de Trump reflejan una fractura con sectores radicales de su base, aunque mantiene el apoyo de figuras clave. El impacto en su campaña de reelección dependerá de si logra reorientar el debate hacia su agenda política.