Trump evalúa destituir a Powell por la reforma de la sede de la FED

Abogados advierten que la estrategia legal es débil. El presidente estadounidense insinúa posibles irregularidades en el proyecto de 2.500 millones de dólares, aunque reconoce que es «poco probable» que actúe. Los mercados reaccionaron con volatilidad ante los rumores.

«¿Fraude en una reforma de 2.700 millones?»

Donald Trump mantiene abierta la opción de destituir al presidente de la Reserva Federal (FED), Jerome Powell, acusándolo de mala gestión en la renovación de la sede del banco central. Abogados externos alertaron a la Casa Blanca de que esta estrategia tendría «poco respaldo legal», según fuentes cercanas a las discusiones. «No sé si es ilegal, pero daña su imagen», admitió un funcionario anónimo.

Presión política y riesgos económicos

Trump ha criticado repetidamente a Powell por mantener altas las tasas de interés, pero los miembros de la FED solo pueden ser removidos «por causa justificada». El Tribunal Supremo ya señaló en mayo que Powell está protegido legalmente. Además, el presidente teme que su despido «socave la capacidad del gobierno para financiar su deuda», según las fuentes. Los mercados de bonos y acciones cayeron brevemente tras los rumores.

La investigación en marcha

El director de Presupuesto de la Casa Blanca, Russ Vought, inició una investigación sobre el proyecto y exigió respuestas a Powell en siete días. La FED atribuye el alto costo a factores como contaminación por asbesto, materiales caros y el valor histórico del edificio, construido en los años 30. Powell solicitó además una revisión interna por parte del inspector general.

Un pulso con consecuencias

La tensión surge mientras la FED mantiene tasas estables, evaluando el impacto de los aranceles de Trump. Importantes republicanos, como el presidente del Comité Bancario del Senado, Tim Scott, han cuestionado los costos del proyecto. La Casa Blanca planea una visita a la sede para verificar las cifras.

El cierre del telón

La disputa refleja el choque entre la independencia de la FED y la presión política. Aunque Trump parece haber frenado su amenaza, la incertidumbre legal y económica persiste. Los mercados y los analistas seguirán pendientes de los próximos movimientos.