GICE decomisa media tonelada de cocaína en Beni

El Grupo de Inteligencia Contra el Narcotráfico halló 500 kilos de cocaína en caletas rurales de Santa Ana del Yacuma, como parte del Plan 200 antidroga.
El Deber

GICE halla media tonelada de cocaína enterrada en Beni

El decomiso forma parte del Plan 200 contra el narcotráfico. La droga, de alta pureza, estaba oculta en caletas rurales de Santa Ana del Yacuma. El operativo se realizó tras labores de inteligencia y no hay detenidos.

«Un duro golpe a las estructuras criminales»

El Grupo de Inteligencia Contra el Narcotráfico (GICE) Oriente, dependiente de la Felcn, localizó 19 bultos con 800 paquetes tipo ladrillo en cuatro caletas ocultas en la vegetación. «Las pruebas de campo confirmaron clorhidrato de cocaína», detallaron las autoridades. El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, destacó que el hallazgo es fruto de un «trabajo coordinado y estratégico».

Operativo sin detenidos, pero con investigación abierta

La droga fue trasladada para pesaje oficial y análisis de laboratorio. Una fuente policial estimó el decomiso en más de 500 kilos. Aunque no hay aprehendidos, el Ministerio Público asumió el caso para identificar responsables y posibles vínculos con redes internacionales. La Felcn continúa rastrillando la zona.

Plan 200: la estrategia detrás del operativo

La intervención se enmarca en el Plan 200 «Por nuestras familias, Bolivia y nuestro futuro», que prioriza acciones antidroga en áreas rurales. Ríos recalcó que estas operaciones buscan «proteger a las regiones del narcotráfico». Santa Ana del Yacuma, una zona boscosa, ha sido foco de actividades similares en el pasado.

Beni: territorio clave en la lucha antidroga

El departamento del Beni, por su geografía y conexiones fluviales, ha sido históricamente vulnerable al narcotráfico. Operativos como este reflejan los esfuerzos por desarticular centros de acopio clandestinos, aunque persisten desafíos por la dificultad de acceso a zonas remotas.

Un mensaje claro a las redes criminales

El decomiso evidencia la capacidad de inteligencia del GICE Oriente, pero también la persistencia del narcotráfico en áreas rurales. Las autoridades insisten en que continuarán actuando «donde sea necesario», aunque el impacto a largo plazo dependerá de avances en las investigaciones.