Europa logra que Trump apoye a Ucrania mediante compra indirecta de armas
Alemania lidera un acuerdo para que países europeos adquieran armamento estadounidense destinado a Kiev. La estrategia evita una confrontación directa con Rusia y aprovecha la ambivalencia de Trump. Anuncio se produjo el 15 de julio en Washington con elogios públicos al mandatario.
«Un acuerdo con sello europeo»
Líderes europeos, encabezados por el canciller alemán Friedrich Merz y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, diseñaron el plan para sortear las dudas de Trump sobre aumentar el apoyo militar directo a Ucrania. «Es una solución pragmática que beneficia a todos», declaró un asesor alemán. La clave: Europa comprará las armas a EE.UU. y la OTAN coordinará su envío.
El arte de manejar a Trump
Los europeos detectaron que el desencanto de Trump con Putin por la falta de avances en la paz era una oportunidad. Merz mantuvo contactos directos con Trump y enfatizó que Alemania asumiría un rol decisivo. Rutte, por su parte, elogió al presidente estadounidense en la Oficina Oval: «Esto es realmente grande», repitió durante el anuncio.
Divisiones en Europa
Francia se negó a participar, priorizando su industria de defensa local. Solo cuatro países nórdicos, Reino Unido y Países Bajos respaldan el plan. París argumenta limitaciones presupuestarias, aunque Alemania insiste en que comprar a EE.UU. es la única forma rápida de enviar armamento a Ucrania, especialmente sistemas Patriot.
De la retórica a la Realpolitik
Merz prometió en febrero lograr «independencia» de EE.UU., pero cambió su discurso al asumir que Trump respondía mejor al pragmatismo que a la confrontación. «Estamos alineados como socios en seguridad», afirmó el canciller alemán, aunque analistas señalan que son los europeos quienes están liderando la estrategia.
Un respiro para Kiev bajo bombardeos
El acuerdo llega mientras Rusia intensifica su ofensiva veraniega. Zelenskyy agradeció el apoyo en redes sociales, destacando los Patriots y otras armas para «proteger vidas». La medida busca presionar a Moscú para negociar, pero no garantiza un giro definitivo en el conflicto.